El gran dia

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Había un caos por completo.
Las personas iban y venían en su casa sin importarle su privacidad.
Parecía que no podía decir que no aquel día.

Lewis se había ido dos días antes a la casa de su padre, para respetar la tradición de no verse antes de la boda.
Aunque lo llamaba todo el tiempo, diciéndole lo mucho que lo amaba y lo animado que estaba por todo el asunto.
Repitiéndole que no recibiría una negativa por su parte en el altar.

Escucharlo reír mientras Sergio le decía que aunque fuera con un arma apuntando su cabeza, pero obtendría su "si"

Mick apareció junto antes de que su hermana terminara de ponerle un poco de maquillaje.
A fuera su hermano terminaba con la bonita decoración del coche.
Habían puesto un letrero de recién casados con todo y latas.

Los chicos no dejaban de enviar mensajes al grupo llenando su teléfono y el solo se sentía soñado mientras Mick lo ayudaba a abotonarse el traje.

-la iglesia es una casa preciosa- le dijo Lance por el teléfono.

-hay un camino de flores y no se diga fuera !parece la boda de un rey¡- Yuki le siguió.
Estaban ahí viendo como terminaban de colocar velas y rosas blancas por todo el lugar.
Sergio no paraba de reír.

-hay que ajustar bien el pantalón- dijo Mick junto a él.
Los zapatos blancos brillaban por la luz natural que se colaba en la habitación.
Checo estaba tan emocionado que no podía estar quieto.

-deja de sonreír así o te volverás más viejo- le regaño su hermana sin maldad.
Cuando Sergio se emocionaba solía hacer que sus ojos se vieran tan pequeños por la fuerza de su sonrisa.

-no lo voy hacer- le contesto sin moverse mientras Mick terminaba de poner los últimos botones en su lugar.

Su hermana se quedó callada, admirando lo apuesto que lucia Sergio.

-Estás precioso- quería abrazarlo entre sus brazos con fuerza, pero no estaba segura si eso podría arruinar el traje.
Con tanto detalle temía que por sus acciones algo se desprendiera.

-es el poder secreto de mi Mick- le pasó un brazo por los hombros acercando al suizo.
-te hace ver como una estrella de cine en su estreno- el rubio se coloreó de rojo.
Pero animado por el bonito ambiente dejó que Sergio siguiera alabando su trabajo.

-¿donde está mi futuro esposo?- hubo unos golpecitos en la puerta y sin mucho aviso George entró.
Sus ojos claros se iluminaron, pero el tapatío sabía que aquel brillo era para Mick.

-Justo aquí- le respondió Sergio mientras ayudaba a que Mick diera unos pasos.

La risa incontrolable de Sergio la siguió su hermana al ver cómo se ponían los dos chicos.

-es tan fácil hacer que se les suba los colores- se burló Paola, esperando no ofender a ninguno de ellos.

-¡el carro ya está más que listo!- escucharon a Antonio gritar desde el primer piso.

-¿tú estás listo?- le preguntó asomando su cabeza.
Sus ojos cafés se llenaron de lágrimas.
-no puedo creer que ya estás a nada de tener tu propia familia- Toño se acercó y sin miedo a arruinar el traje o todo el trabajo que ya llevaban lo abrazó.

-¡No!- le pegó su hermana un buen golpe.
Que Toño se quejó en voz alta.
-¿no vez que puedes arruinar su traje?- y pronto estaba la chica buscando si algo se había desprendido.

-el chofer pronto llegará para que puedas marcharte- se limpió las lágrimas resumiendo lo poco que sabía.
-Papá ya está en la iglesia así que solo faltamos nosotros-

-repondré el velo una vez estés a bajo, no quiero que te vallas a accidentar por las escaleras- George soltó entonces la mano de Mick y lo ayudaba a recoger lo que se necesitaba.

Ellos también tendrían que estar ya en la iglesia.
Sergio asintió y observó su habitación antes de bajar.
Aquella se sentía muy grande sin Lewis presente.

Mick le colocó el velo largo que lo cubría a él como mueble de una casa que está a punto de ser abandonada.
Aquella comparación le causó risa.

Su teléfono comenzó a sonar desde la mesa de centro.
George lo tomo y constato por el.

-¿miedo?- pregunto con jugueteo y un brillo de travesura en sus ojos.
-no creerás que me voy a robar al novio ¿o si?-

-deja de asustar a mi prometido George- lo regaño Sergio tendiendo su mano para que le pasara su celular.

-Escúchame muy bien Russell, si sigues con eso yo mismo me encarare de que te voten de mi casa y no solo eso ya encontrare la forma de vengarme-

-no puedes amenazar a George, cariño- Lewis se detuvo entonces abruptamente, Sergio  volvió a reír al ver la cara de víctima que el inglés le daba.

-es tan malo conmigo ¿que le hecho yo además de nacer guapo?- aquello causó la risa de los pocos que quedaban en la casa.

-¿estás bien Sergio?- su prometido y pronto su esposo preguntó por el otro lado de la linea.
Se escuchaba tan agitado que el castaño supo que estaba nervioso.

-estoy feliz corazón- respondió y lo escuchó suspirar.
-no te dejes guiar por Lance, Yuki o Carlos- le aconsejo cuando escuchó la risa de aquellos por el otro lado de la línea.

-ellos me dan miedo- suspiro aún con más fuerza.

-recuerda que pueden llegar a ser muy malos si te ven débil, así que utiliza las armas secretas-

-entonces ellos se calmarán-

-no, puede que solo intensifiques el fuego, pero sabrán que puedes defenderte- aquello no tranquílese en nada a Lewis.

-no le digas a Yuki que llamaras a Pierre o el te hará comer tierra- aconsejo George muy cerca.

-respira profundo y piensa en mi... ya me encargaré de ellos después- Lewis respondió con un afirmativo y cortaron la llamada.

-yo les dije que lo pusieran nervioso... no histérico-

Sergio miro a George queriendo poner orden, pero tan pronto como dijo eso el tapatío no pudo evitar  reír.

-serás el responsable si quedó viudo antes de poder decir que si- se animo a decir entre risas.

-entonces podremos casarnos ¡será una pareja poli amorosa!- fue el turno de Mick de golpear con mucha fuerza.

George esta vez si te quejo.

Un joven alta, bien uniformado, con gorra, lentes, guantes y cubrebocas.
Esperaba por el afuera.

George miro con suspicacia al chico.
No le daba buena pinta.

-¿quien te acompañará?- pregunto alzando su fina Ceja.

-nadie, mi padre está en la puerta de la iglesia esperando por mi para tomar mi mano y entregarme a mi príncipe azul- jugueteo.

—¿por que no te acompaña Mick? Así podrá arreglar el velo si este se safa-

A Sergio no le parecía mal aquella idea, después de todo el solía tener accidentes como aquellos.
Giró a ver al rubio.

-si está dispuesto a acompañarme yo no tengo ningún problema- el rubio asintió feliz.
Besó la mejilla de su hermano y hermana.

George le tendió la mano a Sergio ayudándolo a subir sin que tropezara, mientras el sujeto detenía la puerta.
Mick se subió en cambio por el otro lado, quedando tras el chofer.

-nos vemos en unos minutos- dijo a la par que cerraban la puerta.

No había música, pero no la necesitaban.
El camino duraba menos de media hora.
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Llegamos a la boda y todos están invitados!!!

Quiero sus sospechas, comentarios o dudas!

Nos leemos el siguiente Miércoles ❤️

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