Mi Musa Escarchada [Sung Jin woo X Reader]

Capítulo 14

EN MI DEFENSA…

— ¡OH DIOS MÍO!

Si antes no estaba sorda, ahora podía asegurarlo. La única que se movía a todos lados era aquella rubia de cabellos largos con las puntas verdes, pues era quien estaba más que emocionada por la noticia que acaba de recibir su amiga que estaba en un trance.

— ¡¿Pero qué estás haciendo?! — Se paró frente a ella, hasta por fin tener su atención. — Cambia tu ropa de una buena vez. — La empujó para que se acercara al mueble. — Es increíble, apenas vamos en cuarto grado y ya vas a tener tu primera incursión oficial en una mazmorra.

Y eso era lo que no podía creer. Hace no mucho, unos cuantos minutos, había recibido una llamada de parte de su instituto para informarle que ese día tendría un servicio de prueba que hacer.
Myeong _____ y Nam Suni llevan de conocerse más de cinco años en el vecindario, pero hace dos fue que empezaron juntas una nueva carrera que el país empezaba a echar en marcha para el futuro: administración-exploración de mazmorras. Un nuevo panorama profesionalista, antes, durante o después de cada incursión, los especialistas recorrían la mazmorra siendo resguardados por los cazadores, listos para examinar el nuevo mundo; no eran combatientes como los cazadores, tampoco poseían algún tipo de energía para sanarse a si mismos o a los demás.

Su trabajo es recolectar información importante, cualquier cosa que lleve a la revolución de los cazadores para hacerse más fuertes.

Y ellas dos eran estudiantes. — ¿Qué sucede? ¿Por qué esa cara? — Se detuvo al fin, parando e inmediato sus emociones al ver lo pálida que se veía su amiga y compañera. — ¿No estás emocionada?

— Siendo sincera... Ni un poco. — Agachó la cabeza para frotarse con sus manos, frustrada. — ¿Por qué yo? No tengo las mejores calificaciones, no soy reconocida.

— A lo mejor vieron potencial en ti... Ya sabes, tal vez han estado evaluando nuestras aptitudes fuera de la escuela. — Miró al techo, tratando de encontrar una respuesta. — Todos los inspeccionadores son así de misteriosos, igual que la empresa donde trabajan.

La de cabellos cortos suspiró rendida.
Por un momento pensó en el cazador Sung, pero de inmediato negó en su mente pues solo era una prueba más o menos que le tocaría hacer por parte de su institución. Teniendo la opción de declinar la oferta, la aceptó, tener un poco más de experiencia no le vendría mal.

— N-no… — Trémula soltó intentando patalear más fuerte. — P-Por favor n-no... N-no. — Una lágrima empezó a resbalar por su mejilla izquierda.

— Mete la mano, quiero verla. — Mandó el otro al costado.

Sobre ella, el cazador le shusheó tratando de “calmarla”.  — Tranquila, solo es por curiosidad. — Levantó la mano con intenciones de empezar a manosear por debajo de la blusa a la pelinegra.

Con todo en su mente, rememorando el mal momento de la primera vez que estuvo consiente en una mazmorra. Sin embargo su memoria pasó a segundo plano cuando entendió que solo era una prueba más donde habría un cazador de rango mucho más alto.

"La tercera era la vencida", esa frase retomó lugar pues está sería la tercera vez que entraría a una. La primera fue en la doble guardia, aunque estaba inconsciente, estaba dentro; la segunda el mal recuerdo de ser tocada y vendida.

Decidida se levantó, estiró sus brazos hacia arriba tronando su espalda. — Bien. — Con esa simple palabra hizo sonreír a la rubia. — Me pondré el uniforme de la escuela, no llevaré más que una libreta, lápiz, borrador y sacapuntas.

— Si, lo básico es lo mejor. — Le pasó una tipo bolsa  que se ataba a la cintura, pero siendo diseñada con dos pequeños cinturones cargando una libreta y a un costado un pequeño compartimiento para cosas pequeñas.