Volví a casa más feliz que nunca, había pasado la tarde más hermosa junto a Feli, su risa, su trato conmigo, me trataba como si fuese una princesa. Las caricias y el amor con el que me hablaba, nunca antes lo había hecho de esa manera hacia mi.
— ¡ Ya me contas todo ! — me exalté al ver a Juani entre la oscuridad.
— La concha tuya brother, no te me aparezcas así fiero, te vas a quedar sin hermana — dije entre risas.
— Ueso ¿ Vinimos risueñas ? — chasqueo la lengua divertida.
— Feli me trata con tanto amor — solté dentro de un suspiro. Es la verdad, Feli me trataba con un amor tan grande, me trataba con delicadeza.
— ¿ Chaparon ? — preguntó moviendo sus cejas pícaramente.
Me reí — No te puedo decir — me hice la misteriosa y fuí camino a la heladera. Agarré jamón y queso y dos trozos de pan.
— Dale Eva, si yo te cuento todo a vos — bufó.
— Es tu deber, sos el menor — dije mordiendo el sánguche que me había hecho.
— Evangeline, nací después que vos si, pero no tiene nada que ver porque somos mellizos — dijo en un tono obvio cruzándose de brazos.
— Pero naciste después — caminé hasta mi pieza dejándolo con la palabra en la boca. Mañana le voy a contar.
Terminé de comer mi sánguche y agarré el teléfono.
Un mensaje de Pipe.
𝗣𝗲𝗽𝗶𝘁𝗮 🐒🤍
¿ Llegaste bien bonita ?
me trajiste vos Feli jajaja si llegué bien, gracias
Que hermosa que estabas hoy Va, todos los días estás hermosa
ch, y vos no te quedas atrás
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Estuve hablando con Felipe hasta que se hicieron las 3 de la madrugada. Intenté dormir pero tenía un dolor inmenso en el estómago, me dolía muchísimo. Me paré hasta la cocina donde teníamos Buscapinas. Bajé una con agua y, poco a poco sentía como el dolor se iba yendo. Me volví a recostar en la cama y después de varios minutos caí en un sueño profundo.
★⡀.•☆•.★
Poco a poco mis ojos comenzaron a abrirse, me sentía completamente débil, la panza no me dejaba de doler. Mis ojos me pesaban...
— Ueso — al bajar las escaleras sentí un mareo insoportable, Juani me agarró. — ¿ Te estabas por desmayas Lin ? — preguntó preocupado, hizo que me sentara en las escaleras y posó su mano en mi frente. — Tenés fiebre — en su tono de voz se escuchaba la preocupación. Me levantó en brazos y me llevó hasta su cama que estaba más cerca de nosotros que la mía.
— Me siento mal Jua, quiero ir al baño — Me levanté rápido, no podía evitar las ganas de vomitar.
— La concha de mi madre — Juani corrió hacia mi y sostuvo mi pelo con una mano y con la otra, mi frente.
Sentía como me ardía toda la garganta...
Me senté al lado del inodoro, Juani tiró la cadena y se mojó sus manos con agua fría y las pasó por mi cara.
— Vení que te cepillas los dientes y atate el pelo, te voy a poner una musculosa de las mías ya vengo — un poco más y sale corriendo del baño.
Me levante como pude, casi que mis piernas no me respondían. Me acerqué al lavamanos y me miré al espejo, estaba completamente pálida a tal punto que me podía camuflar con el papel higiénico.
Empecé a cepillarme los dientes. Hasta que cuando llegué a la lengua volví a vomitar.
— Ay Eva la concha puta — Juani otra vez tomó mi frente y mi pelo al mismo tiempo.
— Me siento mal Juani — dije como pude. — No puedo más — solté en un suspiro profundo.
