𝙄'𝗆 𝙎𝗈𝗋𝗋𝗒 | 023

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Evangeline 🪐🫧

Mi cabeza daba vueltas, abrí los ojos poco a poco y ví a varias personas dormidas en sillones. A mí lado lo tenía a Thomas, tenía los labios realmente rojos.

87 llamadas perdidas de Jua❤️‍🔥

68 llamadas perdidas de Hadita😚

48 llamadas perdidas de Felipe.G.O

45 llamadas perdidas de Enzirou

25 llamadas perdidas de Matute

11.35am

—Mierda— murmuré.

Eran obvias todas las llamadas perdidas, había desaparecido de casa, ya casi es mediodía y yo aún no estoy allí.

—Mierda mierda mierda— me levanté del sillón y busqué mis zapatillas.

Abrí la puerta y salí corriendo hasta mi casa, corrí como nunca.

Mi corazón latía a mil.
Juani va a odiarme.

Saqué de mi mochila las llaves que tenía y entré.

—Eva— escuché el susurro de Juani. Se levantó de la mesa donde estaban todos los chicos. —¿Dónde mierda estabas?— sus ojos estaban cristalinos, en cambio los de Fran ya botaban lágrimas.

No respondí.

—Te pregunté algo— dijo en tono firme y amargo. Seco... Enojado.

Seguía sin responder, no me salían las palabras.

—¡Casi llamo a la policía!— echó un grito que me hizo dar un leve paso para atrás. —¿Te parece bien salir así, no avisarme y volver a mediodía?— seguía sin dejar de gritar. —¡No sabía si te pudo haber pasado algo! ¡Si te agarraron en la calle borracha! ¡Mirá si te pasaba algo y yo acá pancho sin saber nada de vos!— y ahí fue cuando rompí en llanto.

—Per... perdón— dije tartamudeando. —Yo no quería asustarte perdón— dije entre balbuceos. —Es que yo, no lo sé... Solo que— mi respiración se estaba descontrolando. —Perdon, no quería asustarte perdón, perdón, perdón— hablé con rapidez sin darme cuenta de la presencia de dos chicas.

Una pelinegra y la otra pelirroja...

Controlé cada vez mejor mi respiración.
—¿Y ellas?— ladeo la cabeza señalándolas.

—Eso no importa ahora, Evangeline— respondió Juani en un tono seco y frío.

—¿No les contaste todavía, Felipe?— fruncí el ceño, aún las lágrimas caían pero mi respiración una vez más era regular.

—¿Que nos tenía que contar?— preguntó Fran.

Me encogí de hombros. —Si el no lo hizo, yo menos— me crucé de hombros y mi mirada cayó una vez encima de Juani. —Lo lamento— susurré.

—¿Crees que es un perdón y ya está?— preguntó.

—Ya te dije ¡Lo siento!— exclamé.

𝓔𝖼𝗅𝗂𝗉𝗌𝖾 ; ᶠᵉˡⁱᵖᵉ ᵒᵗᵃⁿ́ᵒ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora