Capítulo 14

42 8 0
                                    

Ivy

Nos volvemos a encontrar—dice quitando su mano de mi boca.

—Verte la cara siempre será una desgracia.

Me dedica una sonrisa que hace que me dé escalofríos.

Me apunta con el arma.

—¿Esta acción no te recuerda algo?

—Sí, me recuerda en como le patee las bolas a un idiota como tú.

Se empieza a reír.

—Me gusta tu seguridad, veremos hasta cuándo dura.

—Necesitarás más que un arma para poder intimidarme—lo reto.

—Le voy a dejar un mensaje a Asher, ¿serás capaz de hacérselo llegar?—Dice aún apuntándome con la pistola.

Me quedo callada. No necesito que me explique porque sé exactamente cuál es el mensaje.

Me va a disparar.

—Adelante—le sonrío—antes que me dispares, déjame acomodarme el pelo— empiezo a tocarme el cabello. Noto como se molesta y eso hace que me ría, está ardiendo porque no le temo, él creía que estaría aquí temblando y rogando.

—Te estoy apuntando y tú quieres acomodarte el cabello—dice molesto—deberías tenerme miedo—le quita el seguro a la pistola y pone el dedo en el gatillo.

—No te tengo miedo. Podrás tener la altura y la maldad pero te hace falta la presencia y eso es algo que jamás tendrás.

Asher aparece quitándole el arma y golpeándolo, yo quedo paralizada.

Ambos están peleando pero Asher lo deja en el piso apuntándole.

—Te estás equivocando Mason.

Mason se empieza a reír y de la nada aparecen varios paparazzis, Asher guarda el arma, me jala hacia él. Mason se levanta, tanto Asher como él están golpeados y los paparazzis nos abruman con los flashes y las preguntas.

Ahora si estamos metidos en un gran problema.

—Yo los llamé. Ahora dime. ¿Quién está ganando?—Nos susurra con una sonrisa victoriosa.

Asher se da media vuelta y me jala haciéndome entrar a mi edificio. Entramos a mi apartamento y me asomo en la ventana y los paparazzis siguen abajo.

Empiezo a hiperventilar, mi carrera como modelo se fue a la mierda, este no es un chisme, es un puto escándalo, empiezo a dar vueltas por toda la sala.

—¿Te puedes sentar?

—Asher, esto se salió de control, nos podríamos meter en problemas legales, esto no...

No me deja terminar.

—Tengo todo bajo control.

—¡Siempre dices eso!, en vez de ver que estás controlando la situación veo todo lo contrario.

No responde.

—Ahora si me fui a la mierda.

Rueda los ojos.

—¿Qué haces acá?, ¿por qué viniste?, ya sé, viniste a insultarme y tildarme de mala persona por ofender a tu puta.

No habla.

—Ahora eres mudo.

—No me importa esa tipa, es una más.

—Como lo fui yo.

Niega.

—Te lo dije y te lo vuelvo a recordar, tú nunca serías una más.

Me rio sin ganas.

Idílico (Libro Completo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora