xxiii. capítulo veintitrés

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━━━ F.C. B A R C E L O N A
⚽ ♪ 。 Un dia de partit
marce & lexxie
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Los Palacios y Villafranca, ese rincón de la tierra que Gavi llevaba en el corazón como un tatuaje invisible. No importaba cuántos estadios majestuosos visitara como futbolista profesional, ni cuántos destinos exóticos recorriera con el Barça; su pueblo de origen siempre lo llamaba con una fuerza irresistible.

Las calles empedradas, las casas blancas con rejas de hierro forjado, los naranjos que perfumaban el aire en primavera... todo formaba parte de su esencia. Aunque había dejado atrás aquellos días de infancia, cuando corría descalzo por las plazas y se escondía entre los olivos, seguía siendo el mismo niño curioso que soñaba con tocar el cielo con los pies.

La Masía de Barcelona había sido su trampolín hacia la fama, pero nunca olvidó sus raíces. Cuando el calendario marcaba una visita a Sevilla, Gavi aprovechaba la oportunidad para escaparse a su pueblo natal. Las risas de los vecinos al verlo llegar, los abrazos efusivos de los amigos de toda la vida, la taberna donde compartía historias y tapas con su familia... todo era como un abrazo cálido que lo reconectaba con su esencia.

En la vieja cancha de fútbol, Gavi recordaba sus primeros toques al balón. La hierba desgastada bajo sus botas, el sol filtrándose entre las ramas de los árboles cercanos, los gritos de ánimo de su abuelo desde la grada... cada detalle estaba grabado en su memoria como una melodía que no podía dejar de tararear.

Y así, entre partidos improvisados con los chavales del barrio y charlas interminables en la plaza, recargaba su espíritu. No importaba cuántos títulos ganara o cuántos aplausos recibiera en los estadios; su verdadero trofeo estaba en esos momentos sencillos, en la conexión con su gente y su tierra.

Esta vez, al volver a su rincón favorito del mundo, algo cambió. Todo parecía igual, pero había una magia en el aire, una chispa que no esperaba encontrar. Allí estaba ella, riendo y charlando con su hermana como si siempre hubiera sido parte de ese paisaje. Aunque lo veía con sus propios ojos, le costaba asimilar que Ainhoa Luján realmente había aceptado su invitación. ¿Quién hubiera dicho que preferiría pasar esos momentos en su pueblo y no en la gran celebración de la Supercopa con las demás?

CONTRAATAQUE ━━ pablo gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora