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➣ Donde Ainhoa es una futbolista consagrada, abiertamente feminista y no soporta a cierto jugador del barcelona.
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➣ Donde Gavi es un jugador del barcelona, dispuesto a ganar títulos con...
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GAVI
—Anda, solo mándale un mensaje, tío. No pierdes nada intentándolo.
Suspiré y le lancé una mirada que esperaba fuera definitiva.
—Fermín, ¿cuántas veces te tengo que repetir que no estoy buscando a nadie ahora, macho?
Parecía imposible que entendiera. Cada vez que tenía este tipo de charla con él, usaba esa expresión de paciencia mezclada con obstinación, una mirada que ya le conocía bien. Fermín, Mario y Alejandro llevaban semanas presionándome para que "saliera del agujero", como decían ellos. Me trataban como si estuviera atrapado en una especie de sequía romántica autoimpuesta de la que, según ellos, necesitaba urgentemente escapar.
Fermín resopló, dejando caer los hombros como si mis palabras le dolieran de verdad.
—Vale, vale, si no es para encontrar el amor de tu vida o algo así, lo entiendo. Pero… ¿ni siquiera te vendría bien una distracción?
Intenté contenerme, pero una sonrisa se me escapó. Fermín hablaba como si estar con alguien fuera la solución mágica a todos mis problemas. Por más que intentara convencerle, seguía insistiendo como si yo fuera el que no lo entendiera.
—Escucha, si algún día me da la locura y necesito una distracción, te juro que serás el primero en saberlo. Pero ahora mismo, no estoy en ese punto, ¿vale?
Él insistió, sin ceder ni un milímetro.
—Pero solo dale una oportunidad. Es amiga de Alejandro, de Sevilla, ¡y dice que hacéis buena pareja!
Rodé los ojos. Ya estaba empezando a hartarme de la misma conversación repetida. Y, como si el universo se empeñara en empeorar las cosas, la voz de Pol Lemar resonó desde el otro extremo del vestuario, acompañado por risas. No me hizo falta mirar para saber que estaba en otro de sus monólogos sobre las "noches épicas" que tenía con Noa. El estómago se me revolvió al oírle.
