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El camino sin prisa alguna y en completo silencio. Aunque mi mente era un desastre y sentía que mi corazón quería salirse de mi pecho, aún así no dijo una palabra hasta que llegamos al lago. Aún con sus labios sellados lo vi desnudarse sin vergüenza y lanzarse al agua de un chapuzón.

-¡Únete a mi! El agua calmará tu mente - no pude evitar reír ante su arrebato y decidí hacer lo mismo. Deshaciéndome de mi ropa de espalda a él, sentía su mirada clavarse en mi. Era incómodo porque aunque ambos éramos chicos las cosas para lobos no eran iguales y debía adaptarme. En cuanto estuve desnudo me lancé al agua con rapidez tratando de que sus ojos tuvieran la menor cantidad de contacto con mi piel desnuda.

-Esta tibia - le sonreí y el me salpicó agua con sus manos para de un momento a otro vernos sumergidos en una lucha de quién lanzaba más agua al contrario - Eres como un niño pequeño y juguetón.

-Lo soy - se encogió de hombros y nado cerca de mí - ¿Cómo te sientes?

-Es mucha información. Mi madre me ha ocultado quién soy y tenía pensado matar a mi lobo así que es difícil de digerir - el asintió sin decir nada y yo suspiré tratando de relajarme en aquella cristalina agua - Tengo muchas dudas y creo que aún no puedo formular las preguntas. Es extraño.

-No lo es, yo nunca había escuchado de algo así como la medicina de Nana. De hecho siento que ella abrirá una nueva etapa en mi manada si es que quiere ayudarme.

-¿A qué te refieres? - pregunté y el frunció su ceño pensativo.

-Comencemos por el inicio ¿si? - asentí y el me sonrió - Dentro de los lobos hay castas, los omegas, los alfas y los deltas. Yo soy un alfa, soy el líder quién es el responsable y tiene que proveer para su familia - asentí permitiéndole continuar - Los omegas son los que fueron bendecidos por la luna, ya te conté que no importa el género ya sea un hombre o mujer. Cualquiera puede nacer como alfa o omega y esa casta es imposible de cambiarse. Ningún omega puede ser alfa y ningún alfa puede ser omega ¿entiendes? - volví a asentir y el suspiro - Los deltas son lobos como tu Nana, quienes perdieron a su lobo interior y la capacidad de transformarse o sus olores.

-¿Cómo mi madre?

-No se aún que es tu madre, no se si es un beta o un delta ya que es la primera vez que escucho algo así.

-Entiendo. Entonces no importa que una mujer sea alfa como tú madre - el asintió - ¿Solo pueden mezclarse los alfas y omegas para reproducirse? - el volvió a asentir y yo sonreí entendiendo - Es un poco complicado verlo así pero ahora entiendo. Ustedes no se dividen por hombres o mujeres sino por su casta.

-Exacto.

-Entonces ¿Por que te burlaste cuando dije que podría encontrar un omega? ¿Acaso no quieres llevarme a tu aldea?

-Nosotros no le llamamos aldea, le decimos manada porque todos nos protegemos y ayudamos, entre todos, como una gran familia.

-Entiendo, manada.

-Claro que quiero llevarte a mi manada. Créeme los amarás, sobre todo a los cachorros quienes casi siempre están transformados correteando por todo el lugar - sonreí ante la idea mental de lobitos pequeños correteando en el bosque y lo vi sonreír también - El problema es que no eres un alfa - soltó y yo sentí como la sonrisa de mi cara decaía y mi mente volvía a colapsar.

-Espera ¿Qué? ¿Qué tratas de decir? - el me observó detenidamente antes de sonreír ampliamente.

-Eres un omega, un hermoso omega - tape mi cuerpo con mis manos aun debajo del agua y el carcajeó estrepitosamente - No te preocupes no voy a comerte como un lobo feroz y hambriento.

The one in red Donde viven las historias. Descúbrelo ahora