capítulo 4

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"¿Es su hijo?" Ese pensamiento cruzó la mente de Jaekyung como una flecha. Miró al niño, quien asustado por la multitud, se aferraba al pantalón del campeón. Confundido, se abrió paso entre la multitud parpadeante para acercarse al desesperado omega que forcejeaba con los de seguridad.

-- Déjenlo -- ordenó el azabache.

Los hombres que detenían a Dan al instante acataron sus órdenes. El omega desesperado agarró a su pequeño en brazos y le dio un fuerte abrazo.

-- Dan, será mejor que me acompañes a mi camerino; aquí hay muchos reporteros.

El omega lo ignoro, agarró la mano de su pequeño y se dispuso a abandonar el bullicio.

-- Pero mamá, yo quería una foto.

-- Dojun, no te pareció bastante lo que causaste -- lo miró seriamente -- nos vamos a casa.

-- Pero mom.

-- Ahora, Dojun.

Sin embargo, los reporteros comenzaron a impedirles el paso; se les pegaban como moscas a la miel.

-- Aléjense de ellos -- dijo el campeón, interponiéndose entre las cámaras y el omega -- es mejor que me sigas, Dan, si no no te dejarán marcharte.

El omega apretó la mandíbula y obedeció de mala gana; después de todo, no tenía opción. Una vez en el camerino, las cosas empeoraron.

-- ¡Demonios! -- exclamó Dan mientras revisaba su teléfono -- perdimos el vuelo.

-- ¡Yay! Nos quedaremos -- exclamó feliz el pequeño Doyun.

-- Tú no estés tan sonriente. Me desobedeciste y casi me matas del susto. Lo que hiciste estuvo muy mal; es por eso que estás castigado -- sentenció molesto el castaño.

Jaekyung, desde una distancia considerable, observaba atónito la escena. Entonces, después de lo ocurrido, Dan se volvió a embarazar y tuvo un hijo. Eso solo significa que él se casó con alguien, quizás por eso nunca volvió a Corea. Inevitablemente, el simple hecho de imaginar a Dan con otro tipo hacía que le hirviera la sangre. Pero no podía decir nada, eso lo enfureció aún más.

-- ¿Cuándo podremos salir? -- preguntó evidentemente molesto el omega.

-- Oh, los del staff nos avisarán; mientras tanto, puedes ponerte cómodo.

Dan arrugó la cara; ahora estaba como un pequeño prisionero atrapado en cuatro paredes con aquel idiota. Hasta que los de la prensa no se fueran, no podría salir, y la peor parte es que había perdido su vuelo.

-- De verdad, eres Jo Jaekyung -- decía emocionado con los ojos curiosos el pequeño Doyun, que estaba encantado con lo ocurrido.

Al instante, el alfa se posicionó para quedar a la altura del niño.

-- Sí, ese soy yo -- le sonrió amable -- ¿y tú eres?

-- ¡Dojun, regresa aquí! -- demandaba enojado Dan -- deja tranquilo a Jaekyung.

-- Para mí no es molestia.

-- Ese no es asunto tuyo; le hablo a mi hijo, no a ti -- agarró al pequeño alejándolo del alfa.

-- Pero mamá.

-- Suficiente, Kim Dojun; te sientas allí y esperas a que tu tío MD venga por nosotros.

De mala gana, el más pequeño se cruzó de brazos y se sentó en un asiento.

Un silencio incómodo se hizo presente; el omega distrajo sus ojos en su teléfono, mientras que el alfa se mantenía alejado de sus nuevos invitados. Se rascó la nuca mientras tomaba valor para hablar.

I'm back/JinxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora