capítulo 25

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Jaekyung fue el primero en despertarse. Hoy prometía ser un día muy ocupado, ya que debía comenzar temprano con una visita al gimnasio, seguida de un par de entrevistas con medios de comunicación ansiosos por obtener respuestas sobre los recientes acontecimientos. Por tanto, cuanto antes completara sus tareas, antes podría regresar a casa.

Se levantó con cuidado para no perturbar a Dan ni a Dojun, y se dirigió a tomar una ducha. Posteriormente, preparó el desayuno, tanto para él como para Dan. Mientras estaba en la cocina, finalizando los preparativos de la comida, sintió las cálidas y delicadas manos de Dan envolviendo su torso.

— Buenos días — saludó el castaño, escondiendo su rostro en la espalda de Jae.

— Um, parece que el bello durmiente ha despertado — bromeó Jae, girándose para abrazarlo.

— Sí, no te sentí en la cama, y el aroma de las gachas despertó mi apetito — explicó Dan.

Jaekyung sonrió y le dio un suave beso en los labios.

— ¿Entonces me acompañarás a desayunar?

Dan entrecerró los ojos y asintió.

— ¿Tendrás un día ocupado hoy? — preguntó Dan, mientras tomaba un poco de arroz.

— Sí, tengo varias entrevistas programadas, ya sabes cómo es.

— Yo también tengo algunas cosas que hacer. Ha pasado casi un mes desde que llegué aquí. Después de llevar a Dojun al colegio, debo pasar por el bufete de abogados.

— ¿Y eso? — preguntó Jae, dando un sorbo a su leche de almendras.

— Oh, es que tengo que empezar a hacer los arreglos para regresar a casa, después de tantos años fuera del país. Además, necesito gestionar algunos documentos para el colegio de Dojun; él necesita obtener su ciudadanía coreana — explicaba Dan.

— Entiendo — dijo el azabache con una sonrisa —. Intentaré regresar lo más pronto posible. Pasaré por ti en el café y luego iremos a buscar a Dojun. Quiero que cenemos juntos esta noche.

— ¿En serio? Me parece genial. Quizás deberíamos invitar a los chicos a...

— Bueno, yo... preferiría que estuviéramos los tres solos — interrumpió Jaekyung, atenuando un poco su expresión.

— ¿Pasa algo? — preguntó Dan, notando el cambio en el semblante de Jae.

Jae suspiró y tomó la mano del castaño.

— Dan, yo... creo que es momento de contarle la verdad a Dojun.

Dan palideció y su respiración se agitó.

— ¿Qué estás diciendo?

— Sé que esto es difícil para ti, y créeme, también lo es para mí. Pero ya no hay necesidad de esperar más. Es importante que él lo sepa, porque mientras más tiempo pase, más difícil será decírselo. Además — añadió con tristeza —, me gustaría que mi hijo me llamara papá.

Dan sintió un fuerte latido en su corazón y un nudo en el estómago.

— Yo... no sé. C-creo que es mejor esperar. Dojun podría sentirse confundido. Esto no es algo tan sencillo.

— Te entiendo, y sé que no será fácil, pero él merece saber la verdad. Tenemos que decírselo — Jaekyung intentaba reconfortarlo.

— Es que no es sencillo. ¿Qué crees que sentirá Dojun cuando sepa que tú eres su padre?

— Mamá? — interrumpió la voz de Dojun, quien estaba inmóvil frente a la entrada de la cocina.

— ¡Dojun! — dijeron ambos padres.

I'm back/JinxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora