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En cuanto pone un pie dentro del amplio despacho, Jungkook siente la tensión gestarse y desbordar por todos lados.

Sus ojos están en Taehyung mientras camina, quien luce demasiado ocupado en fruncirle el ceño a los papeles en sus manos como para percatarse de su presencia. Está a solo dos pasos del revuelto escritorio cuando los ojos de tonos miel se posan en él.

- Hola.

Saluda con una sonrisa que no es ni siquiera medianamente correspondida y no puede evitar alzar las cejas en curiosidad cuando la atención del Omega va nuevamente a los papeles, ignorándolo en el proceso.

- Omega. - Lo llama y ni siquiera aquello le funciona.

Jungkook suspira bajito, el protocolo reservado en su cerebro para las crisis masivas hormonales grado III activándose instintivamente después de las últimas semanas en las que los cambios de humor eran algo habitual.

- ¿Qué sucede? - Le pregunta suavemente, ganándose la mirada cargada de odio de Taehyung en el proceso.

Jungkook no se deja intimidar.

-¿Por qué estás así? - El Omega presiona los labios juntos y el Alfa sabe que lo hace para contener pucheros.

- Hoy Jimin...- Taehyung inicia, dejando los papeles de lado para mirarlo. - Jimin me llevó a ver un parto, en persona. - Contó. Jungkook alzó ambas cejas.

- ¿Y eso te molestó? - Taehyung negó despacio.

- No, no me molestó. Me asustó, mucho. - Admitió y Jungkook pudo ver el miedo en sus ojos. - Jimin dijo que un parto era algo natural y "hermoso", pero eso que yo vi fue de todo menos hermoso. Lo peor fue que me regañó porque al parecer no podía decir que era desagradable ver como traían una nueva vida al mundo, pero yo solo vi un pequeño demonio abrirse camino a través de su madre sin piedad alguna.

- Sabes que a los Omegas masculinos se le realizan cesáreas, ¿verdad? No vas a experimentar lo que es que el bebé se "abra camino a través de ti".- Jungkook comentó, viendo a Taehyung hacerle mala cara por sus palabras.

- También vi una cesárea y tampoco fue muy lindo que digamos. - Le dijo, sus ojos suplicantes sobre el Alfa. - ¿No crees que puedas crear un suero milagroso para que tengas al bebé en mi lugar? Como los caballitos de mar. - Jungkook rió, negando despacio mientras se acercaba.

- Sabes que no. - Rodeó el escritorio, acercándose al Omega quien se apartó, alejándose en el asiento cuando Jungkook amagó en acercarse. - Aunque no entiendo cómo haber visto un parto te hace odiarme. - Taehyung alzó una de sus cejas.

- ¿De quién es este bebé de aquí? - El Omega preguntó, mirando desde abajo al Alfa, que se apresuró ha agacharse para quedar a su altura.

- Mío. - Respondió y Taehyung no pudo evitar rodar los ojos ante la satisfacción y el orgullo con la que venían bañadas aquellas palabras. - Es mío, mi cachorro.

- Con más razón. - Él le comentó, sujetando los cabellos negros del Alfa cuando amagó acercarse a su vientre. - Es cincuenta por ciento culpa tuya que tenga que vivir experiencias traumáticas.- Jungkook lo miró con cejas alzadas.

- Fuiste tú quien pidió el bebé. - Refutó, quitando las manos del Omega en su cabello para hundir el rostro en su vientre, murmurando sobre la tela suave que cubría la creciente curva. - Así que es más culpa tuya que mía.- Taehyung apretó los labios.

HEAL [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora