capítulo 08

45 5 0
                                    

La atmósfera estaba impregnada de emoción y anticipación. Astoria, con sus movimientos ágiles a pesar de su avanzado embarazo, se encontraba adaptando los últimos detalles de la celebración. La sala estaba decorada con elegante gusto: globos en tonos pastel y una mesa repleta de delicias. Sin embargo, todos esperaban con ansias el momento culminante: el hechizo que revelaría el sexo del bebé.

Astoria sonrió al ver a sus amigos y familiares llegar. La música suave sonaba de fondo, su madre se aseguraba de que todo estuviera perfecto. Había preparado sorpresas, juegos y, por supuesto, el gran momento del hechizo.

La energía en la sala era palpable, llena de risas y charlas animadas. Cada invitado traía consigo un aura de alegría y celebración, y la presencia de Draco y Astoria parecía intensificar ese ambiente festivo. A medida que se acercaban a los demás, la mirada de Draco se encontraba con la de Blaise y Ron, quienes siempre habían estado a su lado en los momentos importantes de su vida.

—¡Felicidades, Draco! —exclamó Blaise, con una sonrisa radiante—. Sabemos que serás un padre increíble.

Draco sintió una calidez en su pecho al escuchar las palabras de su amigo. Aunque sus pensamientos oscilaban entre la felicidad y la añoranza, no podía dejar que eso empañara el momento. Miró a Astoria a su lado, su mano enroscada en la suya, y su corazón se llenó de esperanza.

—Gracias, Blaise —respondió con sinceridad—. Estoy emocionado por este nuevo capítulo.

Ron, que mantenía firme su copa, añadió: —¡Y espero que no te olvides de invitarme al duelo de pañales! ¡Alguien tiene que asegurarse de que tengas todo bajo control!

Draco se rió, disfrutando de la ligereza de la broma. Ayer le había parecido un concepto extraño, pero ahora, rodeado de amistad y amor, comenzaba a sentirse más preparado para las responsabilidades que se avecinaban.

—Prometo que tendrás un lugar especial en la lista de invitados —dijo Draco, sintiendo el peso de las palabras—. Pero primero, celebremos lo que está por venir.

Y mientras la fiesta continuaba, los abrazos de los amigos y las risas resonaban en la habitación, Draco se sintió sumergido en un mar de emociones complejas.

Draco sintió una oleada de sorpresa al ver a Harry entre los invitados. La sonrisa de Harry era genuina, y Draco se encontró dando un paso hacia adelante, como si estuviera siendo atraído por un imán.

—¿Qué sucede? —preguntó ella, buscando conexión en sus ojos.

Draco respiró hondo y, en un impulso instintivo, la abrazó por la cintura, acercándola más a él. Necesitaba recordar que en este momento lo más importante era su esposa y el futuro que estaban construyendo juntos.

—Nada, solo... —su voz se suavizó mientras miraba a Harry, quien lo observaba con curiosidad—. No pensé que madre lo invitaría.

—fue tu mejor amigo en el colegio ¿verdad? – dijo mirando al castaño y manteniendo una gran sonrisa — Daph me lo dijo cuando llenaba las invitaciones de boda. ¿Por qué se separaron?

La sorpresa inundo los ojos grises de Draco.

—tuvimos una gran pelea el último año.

—¿Te gustaría hablar con él? —preguntó Astoria, aún algo cautelosa. No quería que su día se viera empañado por viejas rencillas.

—Tal vez —respondió lentamente, mirando a su esposa con sinceridad—. Pero primero, quiero disfrutar de este momento contigo.

Astoria sonrió, comprendiendo la complejidad de sus sentimientos. Draco se sentía más tranquilo al empaparse de la alegría que los rodeaba. La fiesta continuó a su alrededor, y aunque el pasado aún susurraba en su mente, la luz del presente brillaba más intensamente. Mientras comenzaban a pasear por la habitación, rodeados de amigos y risas, ellos mismos se convirtieron en el centro de atención.

A través del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora