One Shots ---- Pedro Pascal

Pedro Pascal (Hombre de Traje)

Pedro Pascal --- Hombre de Traje

Valentina Blake es una chica que está en prácticas profesionales, quiere llegar a ser una reconocida fotógrafa, que mejor forma que hacerlo que acompañar a alguien que está dentro de Vanity Fair. No hace mucho que te conoce, pero te da la confianza para que lo acompañes y aprendas más cosas de lo que es una sesión fotográfica.

La noticia me llegó como un balde de agua, no la esperaba para nada. ¿Yo acompañar a Gordon a una sesión con gente de Hollywood? Mierda, era algo que no estaba en mis planes a corto plazo. Pero la noticia no me pudo caer mejor.

Y ahora estoy en mi cama, mentalizándome para no actuar como una fan loca al ver a toda esa gente. No me había dicho a quién nos encontraríamos, solo que iba a ser para los actores más relevantes del año.

Hollywood Issues.

Me pongo una falda algo formal, que tiene un bolsillo en la parte trasera y que me llega un poco más alto que las rodillas y una blusa blanca de botones. Me recogió muy temprano en el hotel, en el camino me comentaba algunos detalles que debía tener en cuenta al momento de estar detrás de la cámara, como que tuviera equilibrado el brillo, el enfoque, etc. Cosas que en la carrera enseñan al principio, pero no reproche, en cierto punto lo entendía; era para una edición importante y necesitaba que todo saliera a la perfección.

Llegamos al estudio, me presentó como su practicante y ayudante personal. Con el resto de las personas, acomodamos luces, limpiamos el fondo blanco y colocamos las cámaras en sus posiciones.

Los actores empezaron a llegar alrededor de una hora después, pero lo que nunca imagine, es que el mismísimo hombre del que tenía un amor imposible apareciera por la puerta con una sonrisa que ilumino el cuarto a primera instancia. El mismo hombre que cientos de veces había aparecido en mis sueños.

El hombre del momento, Pedro Pascal.

Él fue una de las pocas personas que se acercó al staff y saludo a todos, dejándome hasta el final. Apreté su mano y no puedo decir lo que sentí. Sabía que era alguien que irradiaba carisma en todas sus facetas; no pude evitar perderme en esa hermosa sonrisa y en sus enormes pupilas.

Y cuando menos lo espere, me jaló un poco más de la mano para besar mi mejilla. —Un gusto, ¿Cómo te llamas?—

—Eh...— Mierda Valentina, podrías dejar de tartamudear como una maldita desesperada y contestarle —Valentina— al fin pude decir una palabra.

—Valentina— repitió.

—Valentina Blake— casi me da un ataque al decirlo. Su mano seguí presionando la mía.

—Bonito nombre— y si me había muerto con el beso, verlo guiñar el ojo en mi dirección y que no dejaba de hacer contacto visual conmigo, fue mi perdición. Era muy distinto verlo en una pantalla que en persona.

Este hombre me traía loca.

Lo llamaron para que fuera a cambiarse, se retiró y cuando cruzó la puerta, escuche murmullos. Algunas de las que estaban a mi espalda no dejaban de alagarlo y decir lo bien que se veía. Además de escuchar como una de ellas, decía que había tenido suerte de haber sido la única con la que se quedó más tiempo.

Salí un momento del estudio, necesitaba tomar aire, y sobre todo calmarme. Había conocido personas de las que creían gustarme, y nunca en mi vida me sentí más nerviosa que en este momento. Mis piernas no dejaban de temblar, entre de nuevo cuando me dijeron que iban a comenzar a grabar.

Este hombre no dejaba de provocarme cosas, había dos situaciones en las que podía perder el control con un hombre. Una de ellas es que fuera carismático y que no se intimidara al hacer lo que quería; y la segunda, un hombre en traje.