One Shots ---- Pedro Pascal

Javier Gutierrez (Perfecto)

Dedicado a natalisfunk45

Javier Gutiérrez --- Perfecto

Javi y Fanny se conocieron cuando él empezó su camino en el cine; ella era una reportera principiante y debía entrevistar también a un hombre que empezaba en ese mundo. Ninguno de los dos sabía como llevar correctamente una entrevista, rieron, platicaron hasta el punto en el que le pidieron salir para que otra revista pudiera entrar. Nunca pensó volver a verlo, pero una noche le llegó un correo en donde la invitaban a salir.

Si alguien del pasado me dijera que después de mi primer entrevista, iba a salir con un director y productor de cine. No lo creería ni por un segundo.

Mucho menos si me confirmaran que este hombre sería lo que siempre busque, además de atento y caballeroso; era todo un romántico, dedicado y... maravilloso. No había más palabras para describir a Javi.

Puedo decir y presumir, que era el hombre indicado, todo lo que una persona busca de una pareja; él lo tenía.

Mierda, y lo tenía conmigo, ese hombre que se ilusionaba con cualquier cosa, con el que podía ver películas y llorar por cualquier cosa, era mío.

Estábamos en mi casa, arropados en el sillón mirando por milésima vez su película. De un momento a otro, la pausó y se acomodó para mirarme de frente.

—¿Me darías el honor de poderte llamar "mi novia", Fanny?— me lo preguntó así sin más. Llevábamos un par de semanas saliendo y podía notar su tono nervioso, el cómo le tembló la voz al preguntármelo.

¿Había acaso algo que me advirtiera sobre él? ¿Qué me hiciera negarme a su propuesta?

—Claro que sí, Javi— respondí tomando sus manos entre las mías, él las acarició con su pulgar y me mostró esa sonrisa con hoyuelos y ojos achinados que me encantaba.

—¿Puedo besarte?— y antes de que respondiera, me tomó de la mejilla y pasó su pulgar por mis labios. No había sentido nada mejor que eso —Desde la primera vez que te vi, quise hacerlo—

Ni siquiera respondí, bese su dedo pulgar que todavía me acariciaba y me acerque lo suficiente para plantarle un pequeño beso rápido, que no se quedó solo en eso.

Me tomó de nuevo del cuello y me acercó a él, dejando que me fundiera en su toque, en sus besos. ¿De verdad se esperó tanto tiempo para besarme? ¿Por qué me estaba perdiendo esta maravilla de experiencia?

—¿Por qué me privaste tanto tiempo de mi nuevo sabor favorito?— pregunté luego de separarme de su boca, relamiéndome los labios, ansiosa de volver a probarlos.

Y eso hice.

Mierda, no podía dejar de besarlo. No quería que eso se terminará nunca.

—Porque no estaba seguro de que tú también lo querías— respondió con la respiración agitada entre besos.

Me tomó más fuerte, pero sin lastimarme el cuello. ¿Esta era una nueva faceta de él? Porque me encantaba.

—Te equivocas, Javier. Desde la primera salida quise hacerlo— y eso no se quedó ahí. Termine por subirme a horcadas sobre él para profundizar más el beso.

Y claro que todo termino con una buena ronda de sexo en mi habitación. No estaba segura de que una persona tierna, fuera un dios en la cama.

Mierda, quizás lo estaba idealizando; pero estaba tan enamorada de este hombre que puedo decir, honestamente que esa noche; me sentí de mil maneras. Amada, deseada, llena de placer. Me había enamorado tanto de él.