One Shots ---- Pedro Pascal

Pedro Pascal (Te lo dije) 2/2

Pedro Pascal --- "Te lo dije"

Continuación de "Unión"

Me estaba preparando para la noche, como le había prometido a Pedro, estaría con él en cada paso que diera, era la persona más importante que tenía en mi vida y ya no había nada que me separara de él.

Salir a cámaras con él, era un gran paso en nuestra vida; sobre todo era un miedo con el que yo debía lidiar. Y agradecí desde siempre que él lo entendiera y no me presionara a salir en público. Pero ahora estaba segura de que quería hacerlo y ya no tener que escondernos para poder amarnos.

No me importaba lo que dijeran las notas, los reportajes, las redes sociales, o cualquier medio que quisiera criticar nuestra relación. La única opinión que importaba era la nuestra; nuestro amor y el apoyo que siempre nos daríamos.

Baje las escaleras de la casa, encontrándome en el salón a Pedro sentado en una silla frente a una mesa llena de productos capilares, y detrás de él, Coco.

Ella era su estilista personal y tenía la confianza puesta en ella para que lo dejara presentable, o eso era al menos lo que me decía.

Y ahora, también sería la mía. Solo por esta noche. Después de terminar con él, siguió conmigo mientras se terminaba de vestir.

—¿Me quieres matar, Balmaceda?— pronuncié una vez que bajo con su atuendo para la noche. ¡Mierda! No sabía como iba a poder contenerme toda la noche.

—¿De qué hablas?— se pasó las manos por la camisa blanca desabotonada, con su rostro lleno de intriga buscando algún rastro de lo que creía haber provocado mi reacción —¿No me veo bien?—

—Bien...— repetí acercándome —Es poco, amor— sonrió satisfecho, y en cierto modo sonrojado —Vas a atraer muchas miradas esta noche— quería besarlo como siempre lo hacía, pero eso, aunque no quisiera, vería involucrado su cabello tan bien arreglado con esos rizos que me volvían loca.

—Pero la única que me importa, es la tuya— pero a él no le importó, me atrajo de la cintura pegándome a su cuerpo y me beso de la manera más deseosa que podía.

Subí un momento para colocarme el vestido y baje a los pocos minutos, realmente mis cosas ya estaban arregladas, así que no tarde tanto en terminar. Me coloqué un vestido del mismo color que su pantalón, íbamos a ir a juego.

Este tenía un corte lateral en la pierna derecha y solo uno de los hombros estaba cubierto. El conjunto lo escogió él, y no me dejó verlo hasta ese mismo día, diciéndome que quería que fuera sorpresa, lo cual lo fue.

—Muñeca— suspiró una vez que me vio —Que ganas con provocarme de esa manera...— se acercó y beso mi hombro descubierto —¿Vas a conseguir, novio?— preguntó bromeando.

—Ya tengo uno... pero no sería malo tener otro, ¿no te parece?— le seguí el juego, él frunció el ceño simulando estar ofendido.

—Eres mía, ¿oíste?— gruño en mi oído —Y yo tuyo, no hay nadie que pueda cambiar eso—

—Siempre— me atrajo del cuello para besarme, pero tuvimos que separarnos porque si seguíamos así, no íbamos a llegar a la ceremonia, terminaríamos en el sofá desnudos, de nuevo.

En camino al Auditorio, donde serían las premiaciones, dentro de la limusina que los llevaba, sentía a Pedro muy tranquilo con una mano en mi pierna, acariciando de arriba hacia abajo, solo llegando a donde la tela no cubría.

—¿Nerviosa?— preguntó cuando el indicador marcaba 5 minutos para llegar

—Un poco... no sueltes mi mano y todo va a salir bien—