Kyle bajó como todo hombre lo haría. Gritando cual niña pequeña.
Al tocar tierra suspiró de alivio y corrió. Cruzó la puerta del balcón y entonces, al entrar en una sala amplia, lo oyó. El sonido de caída y pisadas que lo seguían.
Corrió abriendo puertas hasta que llegó a la puerta principal. Le pegó una patada y gracias al que la creara, era de madera barata y se rompió.
-Guau, no esperaba que funcionara -musitó para sí mismo.
Avanzó por un pasillo estrecho hasta que llegó a la puerta de, supuestamente, su casa. Le pegó una patada pero no se abrió. Siguió dándole patadas y entonces apareció el asesino.
Llevaba ropa holgada y negra. Una capucha cubría su cabeza. Genial, lo iba a matar y no iba ni a poder verle la cara.
Siguió dando patadas desesperadamente. El asesino cada vez estaba más cerca. Veinte pasos. Diez. Cinco.
En ese momento, la puerta se rompió y cayó al suelo con ella. Pero no le importó. Había llegado sano y salvo.
El asesino, al percatarse de esto, no pudo entrar en la casa pero lo miró con tono hosco durante un rato. Finalmente, al ver que no iba a salir, se marchó.
Kyle suspiró aliviado. Estaba vivo. De momento.
Después de un rato, Seele y Kai llegaron a su piso. Al entrar había un recibidor con un pasillo, que tenía una puerta a la derecha, el baño. Al terminar, el pasillo daba a una sala amplia con dos ventanas al fondo. Una pared con una puerta a la izquierda eran los únicos indicios de que tuviera una habitación. Dejaron los disfraces en el suelo.
-Me alegro de que sigas vivo -dijo Kai alegremente.
-Vaya, gracias por preocuparte -le respondió Kyle con ironía.
-Lo sé, soy genial.
Parecía que Kai había recuperado su tono alegre y despreocupado de siempre. Aunque hacía poco que lo había conocido, se le hacía raro verlo callado.
-Bueno, ¿quién quiere un café? -preguntó Kai despreocupadamente.
-En serio, ¿ahora? -Kyle no podía creerlo.
-Si, ¿por qué no? -lo apoyó Seele- Además, el papel ya está aquí, nadie va a tocarlo.
-Casi me matan, dos veces. Acabo de saltar en tirolina por un balcón.Y me han confundido con un tal Blake en la plaza ¿Os parece que todo está bien?
-Pues si, parece un día normal para este sitio -Seele lo dijo muy seria- ¿Creías que iba a ser fácil?
Kyle estaba flipando. Está gente estaba chalada. Lo habían traído a un manicomio, no a una cárcel. Si, eso debía ser.
-Entonces, ¿el café? Me gustan las galletas que ponen con él - se metió Kai.
-Sí, vamos -Seele se dirigió a la puerta.
-Esperad un momento, apenas os conozco. ¿Y si quisieras matarme para quedaros con el papel? -Kyle no se fiaba de esos locos.
-Por Dios, si quisiéramos matarte, ya lo habríamos hecho -dijo Kai-. Además, ahora somos amigos.
Y echaron a andar hacia la puerta. Kyle no tuvo más remedio que seguirlos. Al salir a la calle, se dio cuenta de que algunos asesinos seguían allí, pero no parecía que fueran a hacer nada de momento.
Kyle siguió a Seele y Kai hasta el famoso Game Coffee, situado en una esquina de la plaza.
-Por cierto, ¿por qué se llama Game Coffee? -preguntó Kyle de improviso.
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El Coliseo del Azar
FantasyCuando Kyle es trasladado al Coliseo del Azar para recuperar su libertad, su mundo dará media vuelta. Acusado de un crimen que no cometió y sin nadie que lo ayude a demostrar su inocencia, Kyle deberá ganar el torneo y averiguar quién cometió ese cr...