12. Nero

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-Bueno, Ellyss, esto es lo que vamos a hacer -dijo Nick.

Ellyss enarcó una ceja. Al parecer, no le agradaba mucho la compañía de Nick. Kyle no sabía exactamente que pasaba con ellos dos. Parecían dos viejos amigos hartos de la compañía del otro, pero aún así disfrutándola.

-Nick, te lo repetiré. ¿Qué gano yo con esto? Aparte de quitarme un competidor de encima.

-Claro, claro, no me metas presión. Por cierto, no sabía que te habías cansado del agua y preferías los árboles.

-Nick. La recompensa. Ya -dijo Ellyss exasperada.

-Claro, claro -dijo Nick y sacó un saquito de tela-. Esto de aquí. Esta será tu recompensa.

Nick agitó el saquito en el aire y Ellyss solo lo miró.

-¿Un saquito? No, gracias, pero si me muestras lo de dentro... -dejó la frase sin terminar.

Kyle observaba el saquito con curiosidad. Fuera lo que fuera lo que había allí, parecía importante. ¿Por eso lo habían engañado? Lo que realmente llevaba tiempo rondándole la cabeza era por qué no estaba descalificado. ¿Habría hecho algo bien?

Nick soltó un suspiro y abrió el saquito. Kyle no pudo ver su interior, pero escuchó el grito ahogado de Ellyss.

-¿Cómo has conseguido eso? -preguntó ella casi susurrando- Es casi imposible obtenerlos, mucho menos aquí.

-¿Quién sabe? El caso es que lo quieres y yo te lo voy a dar. Solo tienes que ayudarme a sacar a Nero del cielo.

-Trato hecho -dijo Ellyss.

Nick sonrió y su estómago rugió. Al parecer no había comido mucho.

-¿Tienes hambre?

Durante un momento, Nick se vio como un perrito hambriento y Ellyss como su dueña. Ella le lanzó unas bayas y Nick las cogió al aire. Las examinó durante un rato.

-No estarán envenenadas, ¿no? -preguntó Nick con un tono de suspicacia.

-Por los Tres Grandes, no soy tan discreta. Si quisiera matarte, ya lo habría hecho. ¿Agua? -Ellyss mostró una cantimplora- Se la robé al niñato crédulo de antes, creo que la necesitarás.

Por algún motivo, a Kyle ese insulto le dolió. Ellyss le lanzó la cantimplora. Nick la agarró y tras examinarla y olerla decidió que era segura. Guardó las bayas en los bolsillos y bebió un trago de agua. Después dos. Dio uno más y lanzó la cantimplora de vuelta arriba, donde Ellyss la atrapó al vuelo.

-Desde luego, el agua sabe mejor cuando está contenida en un vaso o cantimplora. Mucho más dulce... -la cara de Nick pasó de placer a horror- El agua de río no es dulce. ¿Qué has hecho, bruja?

-¿Yo? Nada. Narcóticos, quizá. ¿Sabes? -Ellyss mostró una sonrisa que no se veía desde que empezó a hablar con Nick- El río últimamente está muy dulce.

Nick se puso pálido y Ellyss saltó y cayó al lado suya. Acercó su cara a la de Nick con una expresión terrorífica.

-Puedes engañar a todos los participantes si quieres, pero nadie se mete con un pirata de las islas Calavera y termina ileso.

-Tú... Bruja... -la cara de Nick se descompuso en una mueca de odio y asco que no había mostrado hasta ahora.

-Sí, ese es uno de los sobrenombres que tengo. La Bruja del Océano. ¿Te suena?

La cara de Nick pasó a ser una de puro terror.

-No... No puedes ser ella... Es una leyenda... -Nick parecía aterrorizado.

El Coliseo del AzarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora