15. La Pirámide

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Kai se aproximó con cuidado a la pirámide. Sus botas ya se habían enfriado y estaban listas para usar. Solo tenía una oportunidad con ellas, si no, tendría que esperar varias horas y él no tenía tanto tiempo.

Ya había anochecido y Kai era apenas una sombra en la negrura de la noche. Sin embargo, había luz proveniente de la pirámide. Eso lo puso alerta y escuchando. Había tenido encontronazos con serpientes y escorpiones por el camino, pero estaba acostumbrado a ese sitio y sus horrores.

No fue el caso de uno de los hombres que había en la pirámide. Cuando ya estaba cerca de la entrada, escuchó un grito.

-¡Una serpiente! ¡Me ha mordido!

-¡Mátala! ¡Mátala! -exclamó alguien junto a él.

La parecer, tras la doble victoria de Kyle y Ellyss, mucha gente pensaba que haciendo grupos podrían ganar. Los rumores de Ellyss no estaban mal, pero para que fueran dos los que puedan ganar en esa ronda, deberán aprender a luchar. Kai lo sabía y por eso llevaba juguetitos con él.

Aprovechando la confusión causada por la serpiente, Kai se aproximó a la zona iluminada de la pirámide. Quedó oculto en la sombra y se asomó para ver la situación.

Había dos hombres allí acampando. Aprovechando las antorchas anteriormente encendidas en la pirámide, estaban cocinando serpientes. Que ironía, teniendo en cuenta que acababan de ser atacados por una.

El hombre que había sido mordido debía tener unos treinta años y tenía una barba bastante descuidada. El que intentaba ayudarlo con la serpiente era más joven, de unos veinte años. Ambos tenían el pelo castaño oscuro y enredado.

Kai, como todo el guerrero que era, ideó un plan para entrar en la pirámide. Cogió carrerilla y corrió.

Pasó como una exhalación junto a los dos hombres, que lo miraron asombrados. Al entrar giró a la izquierda y giró  a la derecha en el segundo pasillo. Después se detuvo.

-¡Hermano, ha entrado! -exclamó uno de los hombres a lo lejos. Pasos que se acercaban.

-¡Ya lo sé, lo he visto! ¡Ahora lo importante es mi herida!

-Pero esa mujer, Puppet... Nos dijo que no dejáramos pasar a nadie -dijo el pequeño de nuevo.

A partir de ahí, la conversación se convirtió en susurros. Pero dio igual, Kai tenía suficiente información.

-Puppet... ¿Qué estás tramando? -susurró para sí mismo.

Los pasos se alejaron y Kai siguió avanzando. Encendió su linterna y avanzó por los pasillos. Las paredes eran de arenisca y estaban talladas con grabados. ¿Estarían basados en una pirámide real o era todo inventado? Supuestamente había trampas, pero de momento Kai no había visto ninguna. Debía ser por la ruta elegida por Seele y Blake.

De alguna forma, Seele había conseguido un mapa de la ronda dos, consiguiendo también uno de la pirámide. Ella y Blake habían decidido una ruta por la que había pocas trampas hasta el centro. Porque al amanecer, todo el mundo iría a la pirámide buscando la oportunidad de ganar. Para eso, Kai debía estar ya allí y esperando.

Que Puppet estuviera también en la pirámide complicaba las cosas, pero se las apañaría.

Giró a la derecha y bajó por unas escaleras. Llegó a una estancia amplia, con columnas de unos tres metros de ancho. Kai observó la estancia con suspicacia. Allí había alguien, lo notaba en el ambiente.

Avanzó hasta estar en el centro de la estancia y observó. Había alguien, lo notaba. Pero estaba muy bien oculto. A los lados, tras las columnas, había pasadizos y estancias pequeñas. Kai tuvo una idea.

El Coliseo del AzarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora