¿Se podía ignorar tanto a una persona? En mi respuesta diré que si, porque básicamente eso hizo Jake nada más verme.
Hoy, por desgracia, he llegado tarde a primera hora, que es geografía. Al llegar supuse que Jake no me hablaba por qué estabamos en clase.
Pero al acabarse la hora tampoco hizo el amago que siempre hace en acercarse a mi.
Cómo me siento en primera fila no hablamos con frecuencia. Me he girado tres veces a mirarlo a ver si es cierto que pasa de mí.
Y cada vez que me doy la vuelta veo lo mismo. A Jake dibujando en la libreta.
Al fin, toca el timbre para informarnos que debemos ir al descanso y este es el momento en el que me armó de valor para hablarle.
—¿Jacob Miller?—dice una voz a lo lejos.
Mi mirada se posa en la joven secretaria y también en Jake.
Ha decir verdad Jake tenía un aspecto horrible, ojeras totalmente notables y unas ganas de morirse.
—¿Si?—dijo Jake somnoliento.
—Tu abuela a venido a buscarte, te espera en la salida.
Y con la misma, la secretaria se fue. Jake suspiro y se pasó una mano por la cara. Lo vi como una señal.
—Jake.—lo llamé, aunque no hizo falta que se moviera. Ya están delante de él.
—Chucky.—dijo sonriendo por primera vez en el día.—¿Como estas?
—Pues me da que mejor que tú, ¿estás bien? Se te ve...—iba a seguir pero Jake me interrumpió.
—Cansado, lo sé. Sinceramente hoy no me apetece nada. Me tengo que ir, adiós.
Jake dio un paso más hacia mi y me dio un beso en la comisura de los labios. Algo que me dejó desconcertada.
Lo miré y lo vi irse pasillo abajo pero esto lo iba a ser así. Conmigo al menos no.
Corrí lo más que pude hacía Jake, incluso me tope con Liam llamándome pero hice oídos sordos. De ese imbécil no quería nada.
—¡Jake!—grite.
El susodicho se dio la vuelta sorprendido y me sonrió cuando llegue a su lado con la respiración agitada.
—¿Pasa algo, Chucky?
—Iré contigo. Las personas que se enferman deben tener a alguien cerca.—le dije, aún intentando respirar.
Jake me devolvió una sonrisa de boca cerrada y me cogió de la mano.
—Bien, pero debo avisarte de que mi abuela nos llevará a mi casa en coche. Quince minutos con ella solos, ¿estás preparada?
La idea de conocer a la abuela de Jake no me asustaba. Lena me había dicho maravillas de ella, y Jake, el no se quedaba corto con las anécdotas de su abuela.
Por lo que sabía era una mujer a la que querían mucho.
✨
Jamás pensé pasarlo tan mal en un coche. ¿Cómo se puede pasar un mal rato en cuatro paredes de metal?
La risa de Jake todavía sonaba mientras trataba de ponerle un paño caliente en la cabeza. Rebasaba de fiebre.
—Mi abuela es lo más por burlarse de ti.—volvio a reír.
Yo, como último remedio, me puse roja de nuevo. Está al punto de poder freír con mi cara una papa.
—Dios, callate ya. Superalo.—le dije intentado levantarme.
Pero no pude. Jake tiro de mi brazo y me caí, literalmente, encima de él.
Jake tenía la mirada fija en mi, no se perdía ningún detalle. Observaba con admiración mis ojos color negro.
Y yo...yo le miraba a él. Solo a él.
—¿Porque has venido, Isabella?—me pregunto, poniendo mis piernas alrededor de su cadera
—Pues...—en realidad había ido tras él, por el simple hecho de que me había ignorado tres horas enteras.
Debía averiguar el porqué de esa ignorancia.
—Dios, ¿es porque no te había hablado?—adivino Jake de pronto poniendo sus manos en la boca, para empezar a reírse.
—¿Era tan obvio?—le dije avergonzada.
—No, pero me divierto descifrandote.
Me recosté sobre su pecho y respire hondo. Sentí la mano de Jake acariciarme el pelo.
—¿Me contarás porque estás enfermo hoy?—le pregunté con la pequeña esperanza de que me lo dijera.
Jake casi siempre estaba enfermo. En lo que quedaba de clase (que es básicamente tres días), había faltado ya cuatro días. Es cierto que salteados pero había faltado.
Siempre ponía de excusa: "me quedé dormido", "Lena tardó más de la cuenta y tuve que bañarme...", etc...
Cosas así. Cosas que puedo creerme la primera vez, y la segunda. Pero, ¿la tercera?
—Algún día.—murmuro, parando sus caricias.
Me levanto la cara por el mentón y me miró también fijamente que me hipnotice.
—Mi dispiace mentirti, mio Chucky. Ma il cuore non merita il tuo amore, io non ti merito nel suo insieme.—me susurro en italiano antes de pegar su boca con la mía.
Fue un beso fugaz, de esos que quieres recordar. De los que jamás quieres olvidar.
Y yo, yo no queria olvidar nada. Aunque una pequeña parte de mi odiaba a Jake por hablarme en italiano y no decírmelo de verdad.
Su mano fue a para a mi espalda baja y siento mi piel erizarse. Jake se separó de mi y me volvio a clavar la mirada.
—No haremos nada, por lo menos no hoy Isa. Pero ten en cuenta que seré el mismo siempre.
Y con eso volvió a juntar su boca con la mía.
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El Brillo Que Vi En Tí
عاطفية¿Amor? Isabella tenía claro que eso no era para ella y Jacob también lo tenía muy claro. Pero no todo sale como esperamos. A veces nos torcemos en el camino. Y ellos se han torcido. Se han encontrado. ¿Ahora que pasará?