Jamás pensé despertarme tan dolorida. Ayer duramos viendo la película hasta el primer partido de quidicth de Harry.
Miro a mi derecha y veo a Lena dormir con el brazo de Alex por los hombros.
Me intento levantar pero un brazo abrazándome más fuerte me lo impide. Jake.
El mismo dueño del brazo murmura algo y me arrima más a él.
—Jake, déjame respirar.—susurro bajito para que Lena pueda dormir en paz.
Cómo Jake siempre lleva un reloj, miro la hora y...
—¡Mierda!—chillo a más no poder huyendo de la cama para vestirme a toda prisa.
Una somnolienta Elena y dos somnolientos Jake y Alexe miran desde la cama.
—Pero, ¿que pasa?—dice Alex pasándose la mano por la cara.
—Son las diez.—digo muy clara.
—¿Y eso es importante por...?—indaga Lena.
—El avión salía a las nueve. Vamos con una hora de retraso.
La cara de los tres pasa a ser te pánico y por dentro, aunque sea una situación complicada, me río por ver sus rostros perder el color.
—Mierda.—dice Jake levantándose a toda prisa.
Lena y Alex lo imitan y salimos por patas del motel.
✨
Estar en el mismo aeropuerto de Italiano me parece divertido.
Pudimos coger otro vuelo sin problema y aunque Jake puso cara de culo al principio, porque me culpaba a mí por el retraso al avión, al final pudo divertirse en el avión.
Mirar a mi alrededor es como ser un extraño. Todo los anuncios que se ven de publicidad están en italiano y me siento fuera de lugar.
Aunque no soy la unica ya que Alex tampoco sabe italiano.
—Buongiorno, signorina. Sai dove sono i taxi?—pregunta Lena a una trabajadora del aeropuerto.
—Naturalmente, uscendo dalla porta principale potrete vedere alcuni taxi parcheggiati sulla destra.—dice la mujer.
Elena se gira y nos mira triunfante.
—A la salida. Vamos.—dice cogiendo su maleta y corriendo sin parar entre la multitud.
Jake resopla y la sigue a paso lento, al contrario de Alex quien corre detrás de Lena.
Yo me quedo con Jake, para simplemente no perderme. Este aeropuerto es tan grande que aquí podría vivir la misma embajadora del país.
—Te va encantar Italia. Sobre todo la casa de mi tía.—dice Jake, quitándome la marea de la mano para llevarla él.
—Creo que lo que más me gustará será la comida.—opino yo con hambre.
—Cuando lleguemos, me ayudarás a preparar una lasaña exquisita.—dice haciendo el típico gesto de los chefs italianos con la mano.
✨
Siempre me dije que cocinar era algo que me gustaba pero que yo lo realizara bien no era algo real.
Creo que desesperado tanto a Jake que ya ni me quiere en la cocina.
Al llegar si tía Giulia, nos recibió muyy amablemente y luego de habernos conocido mejor, nos pusimos manos a la obra.
Mientras que Lena disfruta de una exquisito baño en la piscina con Alex, yo estoy aquí mirando a Jake cocinar.
—Este toque final y...listo.—canturrea con emoción Jake dejando la lasaña en el horno.
—¡Bravo!—digo aplaudiendo con estusiasmo.
Puede que no ayudará pero mi barriga estará feliz después de esto.
—Antes de haber empezado me hubieras dicho que no sabes cocinar.—dijo Jake sentándose a mi lado.
—Perdona, pero yo se cocinar.—dije orgullosa, incluso levantando el dedo, aunque la cara de Jake me hizo retirarme.—Sandwiches, en mi casa hago sandwiches.
Jake asiente pero no dice nada. Simplemente traga el trozo de chocolate que había cogido.
✨
Esperar a que la comida se haga nunca a sido uno de mis fuertes pero es entretenido ver la cara de Jake cada vez que su tía me enseña una foto suya de bebé.
—Oh, querida. Mira, aquí está Jake vestido de marinero.—dice Giulia, señalando la foto.
Lena, que está a mi lado se ríe conmigo. Y Alex, simplemente se compadece de Jake.
—Jake Jake, me compadezco pero sales muy gracioso.—empieza a reír Alex.
—Ugh, os odio a todos.—doce Jake, llendose de la sala Lara ver la lasaña.
—Esto fue cuando visitamos roma.—continua Giulia.
Dejó de prestarme atención cuando Jake nos avisa de que la comida ya está. Al sentarme, compruebo que no me equivoco, tengo hambre.
—Niños, aún no podemos comer. Falta Pietro, mi hijo.—me aclara a mí.
En realidad pensé que Giulia no era madre, pero veo que me equivocaba.
La puerta de la entrada suena y de allí sale un chico muy parecido a Jake, solo que con los ojos azules y pelo negro.
—Famiglia, mi dispiace—dice en italiano.
Al verme, se sorprende pero luego hace una cara rara que no logro comprender.
—Una donna spagnola?—le pregunta a Giulia.
—Si hijo, está es Isabella, es amiga de Jake y Lena. Estará aquí un mes.—le informa.
El joven se acerca a mí y me toma de la mano y con delicadeza deja un beso en ella.
Miro a Jake confusa y este asesina con la mirada a su primo.
—Che bel fiore ho l'onore di testimoniare. Mi chiamo Prieto, bellissimo—me dice mirándome.
ESTÁS LEYENDO
El Brillo Que Vi En Tí
Romansa¿Amor? Isabella tenía claro que eso no era para ella y Jacob también lo tenía muy claro. Pero no todo sale como esperamos. A veces nos torcemos en el camino. Y ellos se han torcido. Se han encontrado. ¿Ahora que pasará?