JUANJO
¿Que mierda me pasaba? Todo mi ser actuaba por si solo cuando del vasco se trataba, era como un imán del cual no podía separarme. Su olor, su voz, su risa. Todo había quedado grabado en mi mente pretendiendo no olvidarlo nunca, necesitaba más de el.
Te gusta
No me gusta me atrae físicamente punto. A estas alturas de la noche y con dos cubatas corriendo por mi sangre empezaba a replantearme querer experimentar con el, que me enseñase todo lo que el sabía, que me dijese que pasos debía dar.
- Encantado Juanjo - por algún motivo al escuchar mi nombre en su voz instaló mariposas en mi estómago, no quería que aquello se quedase allí, quería volver a verle - ¿Querías algo más? - volvió ha hablar cuando vio que no me movía, debía estar pareciendo un psicópata -
- No - mis ojos viajaron a sus labios inconscientemente, queriendo saber que como se sentiría besarle -
- ¿Seguro? - vi como su mirada repetía los mismos pasos que la mía y se relamió los labios sutilmente -
Como vuelva a hacer eso voy a mandarlo todo a la mierda.
¿Quieres dejarme en paz?
Parecía haber quedado mudo ante aquella pregunta, no sabía que responderle, por una parte quería salir corriendo de allí, quería huir, el miedo estaba comenzando a aflorar en mi mente. Por otro lado quería romper aquellos centímetros que sobraban entre nosotros y descubrir un mundo nuevo, quería sentir la adrenalina de hacer algo que nadie sabia que podría llegar a hacer, quería mas de aquel chico. Por lo que simplemente pude asentir aunque mi cuerpo seguía sin responder.
- ¿Y porque no te separas? - una sonrisa pícara apareció en su rostro -
- ¿Y por que no lo haces tu?
- Adiós Juanjo - y se fue -
Se fue. El aire volvió a mis pulmones pero también hubo algo que se esfumó y no sabía que era.
Si, el chico que te gusta
¿Algún día mi Juanjo interior me dejará en paz? Creo que no, tendré que aprender a vivir con ello.
MARTIN
El lunes al fin había llegado. Primer día de clase, los nervios eran notablemente visibles a simple vista cuando me había puesto un zapato diferente en cada pie y Chiara se río de mi al verme.
Le conté lo que había pasado con aquel chico que por alguna razón no podía sacar de mi mente. Su voz resonaba en mi cabeza a cada minuto que pasaba intentando olvidarla, cuando cerraba los ojos su cara aparecía delante de mi como un espejismo, pareciera no querer olvidar ninguno de sus rasgos faciales en la vida.
Mi compañera de piso me dijo que tenía que haber aprovechado la oportunidad, que había sido un tonto al no hacerlo y que ha saber si volvería a verlo. Eso último supuso un golpe de realidad para mi, tenia razón, a lo mejor nunca volveríamos a cruzarnos.
Pero tampoco me arrepiento de no haberlo hecho, aun no estoy preparado para empezar a tener encuentros esporádicos con chicos que ni siquiera conocía. Lo que pasó con Hugo aún seguía presente en mis recuerdos, habia pasado dos años prácticamente encerrado, pero no precisamente por la depresión, si no porque el no me dejaba salir. En fin una larga historia que algún día me atreveré a contar.
La boca del metro de Madrid estaba abarrotada a las 8 de la mañana cuando me disponía a cogerlo para ir a la academia, todo el mundo iba corriendo de un lado a otro intentando no perderlo. Agradecía tener la capacidad de levantarme con la primera alarma y no quedarme unos minutos mas en la cama, aunque eso era algo que solo pasaba entre semana he de decir.
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Cuerpos Heridos - Juantin
Teen FictionMartin Urrutia un chico de 18 años con ganas de comerse el mundo y volver ser aquel Martin que era hace dos años, antes del desastre de relación que tuvo. Era un chico tímido y precavido, siempre le ha costado socializar con gente nueva que no conoc...