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MARTIN

¿Cómo que a mi?. ¿Estaba de coña no?.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo de arriba abajo cuando volvió a estamparme contra la pared. Al parecer esto le parecía una odisea cuando lo vi agachar la cabeza y susurrar algo inentendible para mi sentido auditivo. Parecía estar manteniendo una pelea consigo mismo en su interior.

- Juanjo... - lo llamé intentando buscar alguna reacción en el, sabiendo que había sido el efecto del alcohol el que lo había traído hasta aquí -

Subió su mirada hasta a mi haciendo que mi piel se erizara ante ella, generando aquel tornado de mariposas en mi estómago que solo el podía generar. Una mirada llena de confusión mezclada con ganas. Pareció haberse dado cuenta de lo que provocaba en mi cuando su mano viajó debajo de mi camisa hasta mi cintura acariciando la zona sutilmente.

- No se que estas haciendo conmigo pero no quiero que pares...

- No estoy haciendo nada Juanjo

- Existes... y eso para mi ya es problema

- Oh... vaya

- Desde que te vi en aquella terraza no puedo sacarte de mi cabeza...es imposible hacerlo

- ¿Y por que te resistes tanto?

- Porque eres el primero y no se como gestionar lo que estoy sintiendo, solo....me sale

Espera...¿Qué?, ¿Cómo que era el primero? ¿Qué mierda estaba pasando? ¿Solo me quería para experimentar?. Miles de preguntas comenzaron a aflorar en mi mente, todas malas y no me estaba gustando la sensación que se estaba empezando a generar en mi.

- Necesito...

No lo dejé terminar y salí corriendo de allí, no quería escucharlo, no quería saber que lo que necesitaba era asegurarse de que le gustaban los chicos. No podía seguir ni un segundo más en aquella discoteca, por lo que me fui sin avisar a nadie.

Metí mis manos en los bolsillos y caminé hasta mi casa sin levantar la mirada del suelo, todo el alcohol subió de golpe al salir de allí haciendo que ni quiera pudiese andar en línea recta durante mas de 5 segundos. Todo me daba vueltas.

Al llegar a mi portal era imposible meter las llaves en la cerradura y como si de un ángel se tratase mi mano pareció ir sola mientras abría la puerta. Miré la luz del botón del ascensor encenderse sola y me quedé mirándola un rato, al subir en este ocurrió lo mismo. Creí estar soñando, mi vista estaba nublada y apenas podía abrir los ojos.

Cuando al fin entré en casa me dirigí a mi habitación dejándome caer en la cama. Sentí como alguien me quitaba los zapatos haciendo que me sobresaltara.

- Martin, despierta venga

Era Juanjo. No me importó mucho el saber como había entrado a mi casa así que dejé que me llevase al baño.

- ¿Qué haces? - me estaba quitando la ropa -

- Y dale con la pregunta - ríe - Te vas a duchar, llevas una borrachera que ni yo en las fiestas de mi pueblo

- Idiota

- Si si lo que tu digas venga

Me mete en la ducha con los boxers puestos y cerré los ojos al sentir como el agua recorría cada centímetro de mi cuerpo. Juanjo se quedó sentado en el wáter, a veces podía sentir su mirada puesta en mi.

JUANJO

No sabía por había salido corriendo, pero al recodar su mirada llena de decepción pude llegar a entender algo. No quería que pensase que solo estaba experimentando, quería sentir todo con el, ¿Cómo iba a explicarle que era el único al que podía mirar?

Cuerpos Heridos - JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora