Cuerpos Heridos - Juantin

12

MARTIN

Las horas seguían pasando y las risas eran incapaces de cesar en aquella casa. Desde lo ocurrido en la cocina mi mente no podía pensar en otra cosa, en como Juanjo había sido capaz de llevarme a sitios a los que hacía tiempo no visitaba, y eso era algo que no ayudaba.

Cada vez que recordaba los besos que empezó a darme por el cuello un escalofrío se instalaba en mi estómago queriendo recibir más de ellos.

La mano de Juanjo viajaba a mi pierna por debajo de la mesa, algo que tampoco ayudaba cuando nos mirábamos y me daba un apretón.

Era imposible borrar de mi mente aquel flashback.

...

Cerró la habitación con pestillo haciéndonos reír aunque ahora ninguno dijo nada, nos pusimos el pijama y nos tardamos mucho en tumbarnos en la cama.

Estábamos mirándonos a los ojos, sin necesidad de decir o hacer nada, simplemente hablándonos con la mirada, buscando un constante contacto físico bajo las sábanas. Nuestras piernas entrelazadas, su mano rodeando mi cintura y el alcohol corriendo por nuestras venas hacían que de vez en cuando una risa saliera de nosotros.

- Tienes unos ojos muy bonitos - su mano viajó a mi cara y empezó a dejar caricias suaves en ella con sus dedos -

- No quiero que esto acabe, no quiero volver a la ciudad

- ¿Porque?

- Porque aquí, conmigo, eres tu mismo, cuando volvamos ¿Que va a pasar?...

- Seguiré siendo el mismo Martin, lo que estoy sintiendo por ti no hace falta que se lo explique a nadie

- Juanjo...se lo que es mostrarte con otro chico delante de la gente cuando antes no te gustaban, o nadie lo sabía

- No se como afrontaré eso si te soy sincero...pero cuando estoy contigo todo es más fácil Martin

- Poco a poco supongo...

- Pero juntos - sonríe -

Nos quedamos un rato más hablando, con caricias dulces repartidas por cada parte de nuestro cuerpo bajo las sábanas.

Quería dormirme pero sentía que si lo hacía me perdería algo y no quería, quería que aquello siguiera pareciendo un sueño.

- Duérmete Martin - ríe -

- No... - lo abracé escondiéndome en su cuello - Si eres un sueño y dormirse significa que termina no quiero hacerlo...

-  Cuando despiertes seguiré aquí

....

JUANJO

El fin de semana había pasado y cada uno volvió a su casa. Cuando me tumbé en mi cama un vacío se instaló en mi corazón, aquellas tres noches durmiendo con Martin, viendo como su pecho subía y bajaba cuando lo tenía en mis brazos dándome la certeza de que estaba bien me habían dado suficientes motivos para saber que no tenía nada que pensar.

Quería estar con él. Quería compartir cada momento de mi vida con él, quería ser la primera persona que viese al despertar, no quería separarme de el.

Necesitaba hablar con mi familia, contarle que estaba pasando. Tenia miedo, ellos nunca me dieron indicios de que eran homofóbicos o algo por el estilo, pero supongo que recibir la noticia de que a tu hijo ya no le gustan las mujeres es algo impactante, pero ahí estaba, con el corazón a mil por hora cuando sonaba cada pitido a través del altavoz de mi móvil esperando a escuchar la voz de mi madre.