MARTIN
Si seguía diciéndome esas cosas iba a hacerme llorar otra vez, en mi cabeza no cabía la idea de alejarme de él, no ahora que sabía lo que le había costado asimilar todo esto.
Antes nuestras conversaciones eran de apenas dos minutos y miradas furtivas llenas de curiosidad y miedo. Ahora todo eso se había quedado atrás, en sus ojos reflejaba miedo pero en sus palabras seguridad, por lo que me había dicho su madre Juanjo antes no era capaz de mirar a nadie a los ojos, odiaba el contacto físico y ahora lo tenía aquí, dándome cariño, mirándome a los ojos y hablándome con ellos y no podía sentirme más afortunado.
- Paraaa – mi voz salió mas parecida a la de un niño pequeño que a la que normalmente tenía haciéndole reír – Oye no te riaz de mi – no sabía de donde salía aquella voz pero ver sus ojos brillar al escucharla me hacían no querer parar de hablar asi –
- ¿Por qué erez tan mono? – habló haciendo un puchero mientras hablaba de la misma forma –
- Ai dioz para – me giré escondiendo mi cara en su barriga y abrazándolo –
Lo escuché reírse y se inclinó para darme varios besos en la mejilla haciéndome reír también y cuando creí que había vuelto a su posición inicial me giré para mirarle encontrándome que estaba mas cerca de lo que pensaba.
Nuestras respiraciones se mezclaban caprichosas por acortar la distancia que las separaba, le miré esbozando una sonrisa llevando mi mano hasta su cara y me permití mirarle los labios. No nos habíamos besado desde que desperté y las mariposas en mi barriga se despertaron revoloteando por todo mi ser, unas mariposas que solo me causaba.
Las ganas de besarnos eran obvias cuando la mirada de ambos viajó a nuestros labios y no pude resistirme mas tiempo a besarle. Nuestros labios iban lentos, un beso tan ansiado por los dos pero a la vez un beso tranquilo, sabiendo que ahora tendríamos todo el tiempo del mundo. Un beso donde nuestros labios el contacto del otro, donde pude volver a sentir aquella tranquilidad que el me daba.
Su lengua rozó mi labio inferior pidiéndome pasó el cual le cedí sin rechistar, explorábamos cada rincón que podíamos permitirnos, generando un baile lento entre ellas haciendo que las mariposas que habían despertado en mi no cesaran aquel revoloteo descontrolado en mi interior. Tuvimos que separarnos por la falta de aire no sin antes dejar un ultimo beso en sus labios.
- ¿Qué vas a hacer? – pregunté queriendo saber que haría ahora que la hora de irnos a dormir se acercaba –
- No lo sé... - sentí como empezó a ponerse nervioso y cuando empezó a hablar rápido me hizo confirmarlo - si quieres me quedo, puedo dormir en el sofá o si quieres me voy a mi casa o no lo sé, quiero dejarte tu espacio, no quiero que te sientas incomodo o al... - tuve que callarle con un beso mientras me reía por que si no, no había quien lo parase –
- Quédate – dije mientras me incorporaba y me sentaba en el sofá cruzando las piernas –
- ¿Seguro? No quiero que sientas la necesidad de que tenga que quedarme porque no puedo dormir sin ti ni nada por el estilo – cuando terminó de decir aquello me miró sorprendido por sus propias palabras haciéndome reír –
- Quiero que te quedes Juanjo – le dije sonriendo –
- Vale – sonrió – tengo que bajar al coche a por mis cosas y subo – dijo levantándose –
- Tiré de su mano para volver a besarle – No tardes
Cuando la puerta tras el se cerró fui a mi habitación y cuando estaba en la puerta caí en la cuenta de que no había estado allí desde lo que pasó. Al abrirla todo estaba como lo había dejado, mis fotos, todo seguía allí. Un olor se instaló en mis fosas nasales, un olor que no era el mío pero que sabía perfectamente de quien era. Juanjo. Me fijé que encima de mi cama había dos regalos y encima de ellos había una carta, me acerqué sentándome en el filo y cogí la carta.
Martin...
No sé que decirte en estas líneas...pero creo que lo mejor será empezar por el principio.
No sé cuando podrás leer esto pero solo espero que sea pronto porque te juro que voy a volverme loco...esto me esta matando...me da igual cuando te despiertes, sea mañana o sea dentro un año aquí estaré.
Me mata no saber cuando volveré a escuchar esa risa que se tatuó en mi cabeza la primera vez que la escuche, me mata no saber cuando volveré a ver tus ojos brillar cada vez que me veías, me mata no saber cuando volveré a escuchar tu voz...
Es horrible perder la sensación de paz y tranquilidad que me transmitía estar contigo, te la llevaste contigo aquel día y sé que hasta que no despiertes no volverá. No es lo mismo estar contigo cuando tan solo puedo escucharte respirar, quiero sentir tus caricias, quiero escucharte decir mi nombre mil veces al día.
Has llegado a mi vida para ponerlas patas arriba sin necesidad de mucho, eres una persona tan pura...tan transparente... eres esa persona que no sabía que necesitaba en mi vida y que ahora no estoy dispuesto a dejar que se vaya de ella.
Cuando despiertes prometo llevarte a la playa, a que escuches ese rompeolas que tanto sé que te gusta y chapotear juntos en el agua, prometo llevarte a Magallón a conocer a mis amigos porque estoy seguro de que serás uno más con ellos. Quiero recorrerme el mundo entero contigo, gritarles que soy la persona más afortunada por tenerte.
Esto para mí está siendo más difícil de lo que esperaba ya van tres meses sin ti y no se cuántos llevaré cuando leas esto, lo único que se es que lo que siento por ti solo irá creciendo cada día más. Todas las noches me tomó la libertad de tumbarme a tu lado y cantarte La nave del olvido, es una canción que me recuerda tanto a ti...
No puedo solo con esto, siento que todo mi mundo se desmorona sin ti y mira que solo te ha hecho falta un mes para que enamore perdidamente de ti. No se que tienes, no se que has hecho conmigo pero solo te pido que nunca dejes de hacerlo.
Me tomaba también la libertad de besarte, de intentar volver a sentir esa calma que me hiciste sentir en nuestro primer beso, sentí tocar el cielo Martin, sentí que todo lo malo desaparecía en ese instante y solo quería que lo hiciese en ese momento y nunca pasaba, ahí seguías... Con tu respiración calmada, tus pulsaciones a un ritmo normal y las mías a doscientas por segundo, con mis lágrimas corriendo por cada centímetro de mi cara.
Tuve que buscar ayuda profesional para poder sobrellevar esto de la mejor manera y me esta ayudando mucho, estoy bien, solo que te echo mucho de menos...
Tus padres...dios Martin les debo tanto...nunca podré terminar de agradecerles todo lo que han hecho por mi enserio...es increíble. Confiaron tanto en mí, mucho más de lo que yo podré ser capaz de hacerlo en mi vida...me dejaron quedarme contigo cada día cuando vieron que no era capaz de separarme de tu cama o si quiera de soltarte la mano.
Me apoyaron y estuvieron aquí cuando les conté todo a mi familia...no sabría que habría hecho sin ellos Martin...tienes una familia que vale millones...
Solo espero que llegue pronto la hora en la que te despiertes y empecemos a vivir la vida que merecemos.
Te quiero. Juanjo.
Holi de nuevo🥰
Doble capítulo porque esta semana estaré bastante ocupada para actualizar cada día🥺🥺
Disfrutar de el❤️
Os quiero❤️🩹
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Cuerpos Heridos - Juantin
Ficção AdolescenteMartin Urrutia un chico de 18 años con ganas de comerse el mundo y volver ser aquel Martin que era hace dos años, antes del desastre de relación que tuvo. Era un chico tímido y precavido, siempre le ha costado socializar con gente nueva que no conoc...