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Estaba boca abajo en mi cama llorando cuando alguien llamó a la puerta -FUERA- y seguí llorando hasta que me quede dormida.

Cuando me desperté estaba ¿arropada? ¿Quien habrá sido? Fui al baño y me miré al espejo, tenia el rímel corrido y muy mala cara y encima me dolía mucho el estómago por la regla.

Me levante y baje a la cocina, le pregunte a la cocinera si había pastillas y me dio una, se lo he agradecido ETERNAMENTE.

Después cogí y me fui a la terracita, me encanta ese lugar.

Me lleve una manta y me tumbe en las hamacas.

Estaba apunto de quedarme dormida cuando alguien rompe mi silencio.

-No me ha parecido bien que te levantaras así de la mesa- me dice mi suegra - me da igual, me parece peor que no me queráis llevar a ver a mi familia, y no solo eso si no que no me respondáis- dije rabiosa y ella soltó una carcajada.- olvídate de ellos, ahora nosotros somos tu familia, ellos te han vendido- me dice y se va negando con la cabeza. Esta enferma.

Lágrimas se escapan por mis ojos y viene la persona que menos me apetece ver en este momento.

Farid.

-Mañana es la boda, va a ser una pequeña nikkah, solo mis padres y nosotros.- y se va tan ancho, entonces yo lloro el doble y de tanto llorar no puedo evitar quedarme dormida encima de la hamaca.

Farid pov (narra farid)

-hace unos días llegó Noor, y pocas veces la he visto llorar, cuando ha sido secuestrada, pero estos días por lo que he visto ha estado más sensible por la regla y eso.

Me da pena, me parece mal lo que le han echo mis padres, y por muy frío que yo parezca tengo sentimientos.

Y la idea del casamiento me parece nefasta, no nos queremos, aún que no puedo negar que es guapa y está centrada en su deen, ¿quien no quería casarse con alguien así? Pero igualmente lo que le han echo mis padres está mal.

Después de que me avisaran que mañana sería la boda la fui a avisar y se puso a llorar, yo me fui a mi habitación a rezar el magrib y cuando volví a la terraza se había quedado dormida.

La cogí en brazos y la lleve a su habitación, la tape con la manta porque estaba empezando a refrescar y la apague las luces, me parece muy dulce, aún que no debería de pensar en eso.

Así que borre rápidamente esos pensamientos de mi cabeza y me fui al gimnasio de mi casa, el único lugar donde puedo desconectar libremente, y hacer boxeo.

Pasaron las horas y me llamaron a cenar.
Llegue y Noor no estaba, así que supongo que está durmiendo.
-¿y tú mujer?- me pregunto mi madre y yo no respondí, no quería discutir, solo acepto casarme para que se vayan de casa y pueda tener mi libertad.

La cena transcurrió tranquila, mi padre como siempre igual de frío, sin decir ni una palabra se levantó y se fue a su habitación, sin un buenas noches como de costumbre, yo cogí y me fui a la mia, recé y me dormí , mañana iba a ser un día largo.

MI RAYO DE LUZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora