Estaba un poco nerviosa mientras preparaba la comida tradicional marroquí para los padres de Farid. Quería que todo saliera perfecto. Mientras terminaba de colocar los platos en la mesa, sentía un nudo en el estómago que no se iba.Farid había ido a buscar a sus padres, y yo esperaba ansiosa su regreso.
Cada minuto que pasaba me ponía más nerviosa. Finalmente, escuché la puerta y fui a recibir a nuestros invitados.Los saludé con una sonrisa nerviosa.
Nos sentamos a la mesa y empezamos a comer, pero mis pensamientos estaban en otra parte-¿Te sientes bien, Noor?-preguntó la madre de Farid, notando mi nerviosismo-Sí, sí, estoy bien -respondí rápidamente, tratando de parecer calmada.
Farid y yo nos mirábamos de vez en cuando, incapaces de ocultar nuestra emoción. La madre de Farid, siempre atenta, notó nuestras miradas y sonrió.
-Ahora no paran de mirarse -dijo con una risita-. Antes las evitaban a toda costa. Ya sabía que este amor iba a triunfar-Me sonrojé ante su comentario, pero Farid me tomó de la mano bajo la mesa, después de comer decidí hacerles la sorpresa.
Me acerqué con las cajas, sintiendo mi corazón latir con fuerza. Había preparado una sorpresa especial, quería compartir nuestra felicidad con los padres de Farid.
Colocando las cajas frente a ellos, apenas podía contener mi emoción.-¿Qué es esto? -preguntó la madre de Farid, sorprendida por el gesto.Abrimos las cajas juntos, y cuando llegamos al final, vimos el body y el test de embarazo.
Los ojos de la madre de Farid se llenaron de lágrimas de emoción.-¡Oh, Noor! ¡Es maravilloso! -exclamó, abrazándome con fuerza.-¡Felicidades, chicos! -dijo el padre de Farid, con una sonrisa de orgullo en su rostro.
Farid grababa todo con su teléfono, su rostro iluminado por la felicidad. Nos abrazamos. Era un momento perfecto, uno que recordaríamos para siempre.
Después de que los padres de Farid se fueron, comenzamos a hablar sobre si contarle a mis padres la noticia. Farid quería hacerlo, pero yo me negaba rotundamente, recordando las dificultades de nuestra relación. Hubo una pequeña discusión al respecto, pero al final prevalecí y Farid entendió mi situación.
-No creo que sea una buena idea, Farid. Sabes que mi relación con mis padres no es la mejor. -dije con tono preocupado.-Pero son tus padres, Noor. Deberían saberlo. Será un momento especial para ellos también.-respondió Farid con convicción.-Lo entiendo, pero no quiero abrir viejas heridas. No estoy lista para enfrentarme a su rechazo de nuevo. -expresé con tristeza.-Pero no podemos ocultarles esto para siempre. El bebé merece ser reconocido por su familia. -insistió Farid.-Lo sé, pero necesito tiempo para procesarlo todo. Por favor, respeta mi decisión en esto. -pedí con firmeza.-Lo siento, Noor. No quería presionarte. Entiendo tus sentimientos. -se disculpó Farid, mostrando comprensión.Después de un rato de conversación, decidimos relajarnos en el sofá y ver una película juntos. Y de repente, en medio de la calma, Farid se acercó a mi barriga y comenzó a decirle cosas bonitas al bebé. Fue un momento hermoso que nos recordó la felicidad que nos esperaba como familia.
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MI RAYO DE LUZ
Romancela vida te abre puertas y te cierra otras pero al principio Noor solo veía todas cerradas, hasta que una puerta se iluminó