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-¿farid?- le busque por toda la casa y no le encontré, supongo que habrá salido a comprar o a hacer algo, no se la verdad, me puse a hacer el desayuno cuando me llegó un mensaje.

Desconocido

Tictac...

Quien eres?

Tictac...
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No entendí nada, pero yo seguí a lo mío, cuando de repente me llegó una llamada.

-¿dígame?-dije y cuando me contaron que había pasado se me paró el corazón-voy para allá- dije y colgué para irme corriendo, cogí el coche y conduje hasta el hospital.

Noor se detuvo en seco al llegar al hospital. Su corazón latía con fuerza, como si quisiera escapar de su pecho. Las palabras del oficial resonaban en su mente: "Hubo una explosión. Su marido, Farid, está aquí".

Con manos temblorosas, se apoyó en el cristal de la sala de espera, tratando de ver a través de él hacia la habitación donde yacía Farid. Su mente luchaba por aceptar la realidad de lo que acababa de escuchar. ¿Cómo podía ser posible que alguien quisiera hacerle daño a su esposo?
El dolor en su pecho, amenazando con ahogarla. Cerró los ojos con fuerza, luchando contra las lágrimas que amenazaban con escapar.

Quería correr hacia él, abrazarlo y asegurarse de que estaba bien, pero sabía que no podía. Los médicos estaban trabajando sin descanso para salvarlo, y ella solo podía esperar, impotente, aferrándose a la fría superficie del cristal como si fuera su única conexión con él en ese momento.

Entonces, vio movimiento dentro de la habitación. Los médicos se apartaron, revelando a Farid, pálido y débil, pero vivo. Un suspiro de alivio escapó de los labios de Noor mientras las lágrimas finalmente rodaban por sus mejillas.

Después de que el médico le diera la noticia le dejo entrar a ver a su marido cuando le trasladarán a la habitación, el ya estaba consciente.

Noor entró en la habitación del hospital con el corazón lleno de emociones encontradas. Ver a Farid acostado allí, aún frágil pero vivo, le llenó de un alivio indescriptible. Se acercó a su lado y tomó su mano con ternura.-Noor-murmuró Farid con voz suave, sus ojos encontrando los de ella. -Eres mi única luz en la oscuridad. Gracias a ti, me siento vivo-Las palabras de Farid hicieron que el corazón de Noor se llenara de calidez y amor.

Se inclinó para besar su frente con suavidad. -Y tú eres mi fuerza, Farid. Estaré a tu lado siempre-Farid sonrió débilmente, su mano apretando la de Noor con cariño. En ese momento, los dos se dieron cuenta que se querían, y que esto ya no era un contrato, sino un matrimonio

Al día siguiente, Farid despertó muy débil. Noor estaba a su lado, preocupada, pero con una sonrisa de alivio al verlo despierto.—¿Cómo te sientes? —preguntó Noor con ternura, acariciando su mejilla con suavidad.Farid suspiró, aún sintiéndose cansado.—Me siento mejor, gracias a ti —respondió, tomando la mano de Noor en la suya—. Pero creo que necesitaré mucho reposo.

Noor asintió con comprensión. Con cuidado, lo ayudó a levantarse de la cama y lo acompañó a casa. Una vez allí, lo tumbó con suavidad en la cama y le aseguró que cuidaría de él.

Mientras Farid descansaba, Noor se puso a trabajar en la cocina. Preparó una sopa calentita que ella sabía que le gustaban a Farid.

Cuando estuvo lista, llevó un tazón a la habitación.Farid la miró sonriendo mientras ella le ofrecía la sopa.—Eres increíble, Noor —dijo, tomando una cucharada y saboreando la sopa—. Gracias por estar siempre a mi lado, por cuidarme con tanto- Noor sonrió, sintiendo un cálido cosquilleo en su pecho al escuchar las palabras de Farid, ella no lo dejaría solo, eso lo tenia claro.

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AYAYAYAYAY ya era hora de un poco de drama

MI RAYO DE LUZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora