MI RAYO DE LUZ

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Noor Pov.

Me han despertado a las 8 de la mañana por que a las 10 es la cita con el imam en la mezquita y también han cogido cita a las 12 para casarse a lo civil.

Yo no me iba a arreglar mucho, me levante y me duche, me seque mi pelo largo y me puse un abaya blanco, ya que es lo que pedían.

Y el hijab blanco, la verdad que el abaya, era blanca y con detalles dorados y era Preciosa.

Luego fui al baño a arreglarme estas ojeras, y encima tenia los ojos hinchados de tanto llorar.

Me puse un poco de corrector y colorete y salí y Justo estaba tocando en mi puerta mi suegra, que pesada es la señora.

-venga hija ven que nos hacemos una foto- dijo sonriendo muy alegre, yo creo que es la única que estaba emocionada por esta boda.- cogió y le dio el móvil a una empleada y nos hizo la foto.

Después me cogió del brazo y se puso a andar conmigo a la puerta de salida.

-hija ya te vas a casar, y quiero que me hagas un favor- pero esta señora que se cree, encima ¿yo un favor a ella?

-depende de cuál ya khalto-

-quiero nietos- espera ¿que? Si hombre, lo que me faltaba, yo si quiero hijos pero de una persona que yo ame, no de un desconocido borde. Así que por su petición simplemente asentí y ya.

Me metieron en un range rover negro con las ventanas tintadas y marchamos todos a la mezquita, no os lo voy a hacer largo, unas preguntas y ya estábamos casados, y después a casarme a lo civil. Listo.

Llegando a casa un par de lágrimas se me caían por la cara, por que mínimo me hubiera gustado que estuvieran mis padres, pero así es la vida supongo. Alhamdellah.

Llegamos y me fui a mi habitación a ponerme un chándal gris de Nike y mi hijab.
Y ya saliendo vi a mis suegros con una maleta, menos mal.

-hija ya nos vamos, que seáis muy felices- me dijo dándome besos y salieron por esa puerta, por fin.

-por fin- escuche una voz detrás mía y era farid. -oye, que sepas que he accedido a casarme contigo para poder tener libertad, así seremos los dos más felices- me dijo y yo le miré mal- tú felicidad y tú libertad depende de la mía, eres un egoísta.- le dije y me fui.

Me metí en mi habitación y el abrió la puerta bruscamente, entro una empleada y cogió toda la ropa de mi armario-¿Que haces? Deja eso ahí- dije chillando -No grites, todo eso se viene a nuestra habitación- dijo seco y frío- no me pienso mover de aquí- le dije firme y el rio negando con la cabeza, la verdad que cuando sonríe tiene una sonrisa Preciosa.

-baja a cenar- me dijo antes de irse y yo baje.
Me senté en la mesa y me puse un plato de sopa delante - deberíamos conocernos más- le dije, al final y al cabo era mi marido ¿no?- pregunta lo que quieras- siempre respondiendo igual de seco y frío- ¿por que siempre eres igual de seco y de fio? No lo entiendo no se por que nunca sonríes, tienes una sonrisa muy bonita la verdad- le dije y al momento me arrepentí de lo último, el sonrió de lado- simplemente soy así, es mi personalidad- y yo bufé- pues no me gusta tu personalidad, podrías ser más majo contigo que soy tu mujer- y el carcajeo- me toca preguntar.

-¿por que no has armado escándalo ni jaleo cuando "te secuestraron"? Es lo normal.
-porque,¿de que me vale? - dije suspirando-Eso no va a hacer que me devuelvas, eso lo va a empeorar más, no puedo cambiar mi maktoub- le dije y el asintió- y ¿te gustaría volver?- no se, no era muy feliz pero tampoco era infeliz, y con los padres mejor que en ningún lado, echo de menos sentarme con mi madre y hablar, reírnos y cocinar juntas...- y las lágrimas ya estaban fuera, me tape la cara llorando y de repente me da un beso en la frente.

QUE.

-lo siento, es por mi culpa, algún día te llevare a verles- me dijo firme. Y yo asentí.

Ya era la hora de dormir y hay una tormenta, que no es que me agrade mucho pero yo de mi habitación no me muevo.

Eran las 2 de la mañana y no paraba la lluvia, había truenos, muchísimos.
Y de repente se escucha como cayo un rayo.

-bismillah- dije para después bajar a la habitación de farid.

Cuando entre estaba profundamente dormido, no se como puede dormir con esta lluvia.

-farid,farid-dije moviéndole, me respondió un ruido inaudible casi - ¿puedo dormir aquí? Por favor que me dan mucho miedo las tormentas.
El asintió y me dejo un hueco, me tumbe cuidadosamente y Justo pasa su brazo encima de mi abrazándome.

Y así lentamente nos quedamos dormidos

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Ramadán mubarak a todos y a todas