Han pasado tres meses desde el incidente en el hospital, y Farid ha recuperado por completo su salud. Durante este tiempo, ha sido increíblemente cariñoso conmigo, sorprendiéndome casi todos los días con regalos.
Estoy disfrutando de un momento tranquilo en la piscina privada de nuestra casa cuando de repente, veo a Farid aparecer con una rosa en la mano.
Sonríe y se acerca a mí con paso ligero.— ¿Qué tal estás, Noor? —pregunta Farid con una sonrisa pícara, ofreciéndome la rosa.Sonrío y acepto la rosa, agradecida por su gesto.— Gracias, Farid. Estoy bien, ¿y tú? —respondo, sintiendo el calor del sol sobre mi piel.
Farid se acerca más y me abraza con cariño, pero en un momento , decido tomarlo por sorpresa y lo empujo suavemente hacia la piscina.
Ambos reímos mientras cae al agua.— ¡Hey! —exclama Farid, riendo mientras sale a la superficie.— ¡Lo siento! No he podido resistirme —digo, riendo junto a él.
Farid me mira con una sonrisa traviesa y decide vengarse, lanzándome agua. Comenzamos una divertida guerra de agua, riendo y jugando como niños.
Después de un rato, salimos del agua, todavía riendo y empapados. Nos tumbamos juntos en el césped, disfrutando del sol y de nuestra compañía, mientras seguimos riendo por la travesura.— Eres increíble, Noor —dice Farid, mirándome con amor y diversión en sus ojos.— Y tú también, Farid. Gracias por hacerme reír —respondo, sintiendo la felicidad y el amor llenar mi corazón mientras nos abrazamos y continuamos riendo juntos bajo el cálido sol de la tarde.
Después de nuestra tarde divertida en la piscina, entramos a casa y Farid decide encargarse de la cena. Mientras estoy en la ducha, huelo unos macarrones con queso que Farid está preparando en la cocina.
Cuando salgo, la mesa está puesta y la cena lista.Nos sentamos a comer y empezamos a hablar de cosas normales, disfrutando de la comida.
De repente, Farid dice algo sorprendente.— Me encantaría tener un hijo contigo —dice con una sonrisa.
Me sorprendo y dejo caer mi tenedor.— ¿De verdad? ¿Quieres ser padre? —pregunto, sorprendida.
Farid asiente con entusiasmo.— Sí, siempre he querido tener hijos contigo. Imaginarme siendo papá y compartiendo momentos con nuestra familia me hace feliz —explica, con los ojos brillando.Yo sonreí como una Boba enamorada, esto era algo que no me esperaba, después empezamos ha hablar sobre dónde nos iríamos de vacaciones cuando decidimos cerrar el tema de los hijos.
Después de una cena tranquila, Farid y yo estábamos muy cansados, así que nos fuimos a la cama. En mitad de la noche, me desperté sintiéndome mal y vomité. Farid seguía profundamente dormido y no se dio cuenta.Con cuidado, me levanté y fui al baño a lavarme los dientes. Después, volví a la cama, tratando de no hacer ruido para no despertarlo. Aunque me sentía un poco preocupada por haberme despertado enferma, decidí no pensar demasiado en ello y volver a dormir.
ESTÁS LEYENDO
MI RAYO DE LUZ
Romancela vida te abre puertas y te cierra otras pero al principio Noor solo veía todas cerradas, hasta que una puerta se iluminó