Cap. 1 ¿Quién eres?

451 45 17
                                    

El ruido de una máquina era lo único que podía escuchar.

Abrió sus ojos con dificultad, la luz golpeaba en ellos, era molesto.

La desesperación y el llanto se desató en aquella persona que se encontraba frente a el.
Estaba confundido, despertar y verla tan alterada junto a tantas personas vestidas de bata blanca a su alrededor solo lograba aturdirlo, quiso moverse pero no pudo. Era como si estuviese atado a aquel colchón.

-— ¡Yeosang, cielo! - Dijo aquella mujer mientras tomaba su mano echa un desastre de lágrimas.

Ella era... ¡Si! Podía reconocer su rostro.

— ¿Mamá?. - Susurró, no podía decir más fuerte pues todo era muy doloroso para su cuerpo.

— Si Cariño. - Acarició su mano con delicadeza, sabía que podía lastimar a su hijo. — Aqui está mamá.

De la nada el también empezó a llorar, no por las emociones que ella transmitía, era una sensación rara en su pecho que no comprendía. Cómo si fuese un reflejo simplemente las lágrimas salían de sus ojos cristalinos.

...

Un par de horas habían pasado y el ambiente era más tranquilo que antes. Observaba cada rincón de la habitación analizando cada detalle.

¿Porqué estoy aquí?

Intentó moverse para acomodarse pero le fue inutil, se miró a si mismo dándose cuenta que todo su cuerpo era un desastre de vendas y heridas casi sanadas en cada rincón suyo pero sin comprender como le había sucedido.

El hecho de estar en aquel sitio lo incomodaba, quería huir sin saber por qué pero si sabía que algo no estaban bien.

Su respiración comenzaba a agitarse y a ponerse ansioso. ¿Qué le pasaba?.

Su cabeza comenzó a doler de la nada, un pitido se hacía presente.

Yeosang ¡Cuidado!

Abrió sus ojos de repente, pudo observar como su madre al frente suyo se encontraba muy preocupada.

— Yeosang ¿Estás bien? Estás llorando de nuevo. - Dijo un tanto nerviosa por su salud.

Ni se dió cuenta en que momento lo hizo, fue gracias a su madre que se dió cuenta que algunas lágrimas brotaban de sus sensibles ojos.

— Mamá... - La mujer se acercó a el para escucharlo mejor. — ¿Cómo llegué aquí?.

Ella no supo que decir, no esperaba esa pregunta.

— ¿Por qué preguntas eso hijo? - Preguntó desconcertada pero la mirada de su hijo se veía seria. — Yeosang tuvieron un accidente.

Tuvieron... Esa palabra hizo eco.

— Fue muy lamentable hijo, todos estábamos preocupados por ti - Su voz se hacía cada vez más lenta, entre cortándose. — Después de que jong...

Dejó de hablar.

— ¿De quién mamá? - Preguntó, la preocupación en la mirada contraria era obvia.

— ¿De quién más puedo hablar Yeosang? - Respondió casi quebrandose, hablar le costaba — De él ¿Acaso no recuerdas lo que pasó?.

La angustia se había apoderado de el, no entendía a qué se estaba refiriéndose ¿Después de quién? El dolor de cabeza estaba regresando de nuevo, un poco más agresivo que la vez anterior. Aunque eso lo hizo entender que solo tal vez su mente le quería decir algo, algo que probablemente no quisiera escuchar.

— Yeosang, ¿En serio no recuerdas a...? -Preguntó a su hijo que parecía que iba a colapsar.

Negó pero su mirada asustada lo decía todo, no entendía a qué se refería su madre ni porqué su corazón se estaba acelerando de nuevo, era como si estuviese a punto de tener un infarto.

— Mamá, dime de quien hablas. - Suplicaba, se estaba comenzando a alterar más.

— Hijo, me tengo que ir. - Se levantó la mujer apartándose de el. — Tengo algo importante que hacer.

Antes de que pudiera decir algo más ella ya había salido, su madre quien había estado con el toda la tarde lo habia dejado solo y confundido, casi muriendo en aquella fría y estrecha habitación.

Trataba de procesar sus pensamientos y el porqué su madre tuvo ese cambio tan repentino, simplemente no podía entenderlo .

¿Recordar? ¿Acaso he olvidado algo?

O ¿A alguien?

...

El tiempo siguió su curso y aunque ya no habían tantas personas con el podía darse un momento para relajar su mente después de estar todo el día rodeado de tanto personal médico.

Como pudo se sentó en la cama apoyando su espalda contra el marco de la pared, cerró sus ojos y tomó un gran respiro dejando escapar el aire lentamente.

Ya era de noche, el reloj que estaba en la pared frente a el marcaba las 8:16pm, algo se sentía extraño, una imagen borrosa empezó a aparecer a su mente.

Se veía a si mismo dentro de algo que parecía un auto, completamente destrozado y en llamas pero... No estaba solo, había algo más a su lado, alguien; no podía ver su rostro pero sabía que no estaba bien, quería ayudarlo pero moverse le era inútil.

Perdoname. - dijo con su último aliento antes de caer inconsciente.

Abrió sus ojos muy abruptamente.

¿Qué fue eso? Su corazón latía muy rapido, sentía que su respiración se iba y empezó a sentir mareos cómo si fuese a desmayarse en ese momento, quería gritar por ayuda pero se encontraba solo.

— Yeosang...

Una brisa fría recorrió su cuerpo cuando esa voz estaba haciendo eco por toda la habitación, era una sensación extraña pero familiar que no tardó en darse cuenta que alguien más estaba frente a el.

Era una persona, un chico y su voz fue lo primero que llamó su atención, ni se dió cuenta en que momento había entrado pero ese sonido lo hizo sentir un pequeño escalofrío en todo su ser.

Yeosang levantó la cabeza conectando su mirada con el otro, solo estaba allí parado con una sonrisa ligera y unos ojos brillantes. No podía pronunciar una palabra, era como si el tiempo se hubiese detenido.

¿Quién eres?

Sin darse cuenta una lágrima comenzó a descender de su mejilla.

***

La razón de estar contigo. || JONGSANG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora