Irene entró a la casa como alma que lleva el diablo. No entendía nada, ella siempre había cuidado de sus hermanas, había rastreado el terreno con anterioridad y sobre todo, les había enseñado a defenderse. ¿Cómo es que Mina estaba desaparecida? Y peor aún, ¿ Qué hacía Sana allí? Ahora todo se complicaba, ya que su principal arma para encontrar a su hermana también había desaparecido.
-Unnie, unnie – Yeri la llamaba pero la joven no escuchaba, su mente solo repetía una palabra.
-¡Bae Joohyun! - Nayeon se puso delante y la agarró de los hombros – tranquilízate. Así no encontraremos ni a Mina ni a Sana, y necesitamos encontrarlas antes de que nuestro bosque se llene del ejército real.
Yeri se puso a preparar un pequeño té de hierbas, nunca había visto así a su hermana mayor. Sin embargo, era algo normal ya que una de sus hermanas había desaparecido. Al raíz de la muerte de sus padres y de la huida, Irene solo se había preocupado de cuidar de ellas. Para Yeri era prácticamente una madre, ya que solo tenía meses cuando todo ocurrió y Nayeon la sacó del castillo rápidamente. Literalmente la joven había dejado a un lado su interior para cuidar de sus hermanas.
-Tómatelo, te sentará bien – Yeri le ofreció el vaso a su hermana, tenía muchas preguntas pero sabía que no era el momento. Luego atracaría a Nayeon. Irene aceptó el vaso y comenzó a beberlo. Estaba realmente bueno, miró a su pequeña y sonrió, ya era toda una mujer aunque a veces se comportaba como niña de tres años – deberías descansar, han sido muchas emociones para las once de la mañana.
-Descansando no encontraremos a Mina –contestó mientras dejaba el vaso en la mesa.
-Con las emociones a flor de piel lo único que encontraremos serán más problemas – Irene miró a Nayeon, sabía perfectamente por donde iba – ve a tumbarte, no te digo que duermas pero dedícate el tiempo que estos años te has negado, y si, es una orden.
-puff, lo que me faltaba ya. Mi hermana pequeña dándome ordenes – Nayeon sonrió mientras se levantaba y le dejaba un beso en la frente a su hermana mayor. Irene se levantó y subió a su cuarto, no antes de volver a llenarse el vaso de té. Estaba realmente bueno. Ambas hermanas vieron como la joven pelinegra se perdía escaleras arriba.
-A ver, pregunta bicho – Yeri no dudo en golpear a su hermana jugando. Odiaba que le dijeran así.
-¿Que son esos collares? - Nayeon sonrió, ya que ella hizo la misma pregunta a su edad.
-Son collares de sangre – Yeri hizo el gesto de vomitar – se crean con la sangre de nuestro nacimiento. Sabes que descendemos de los vampiros primigenios, esos que un día dominaban la tierra pero ahora debemos estar bajo ella. Debido a esa cacería, nuestros antepasados crearon el collar de sangre. Su función es alertar a quien lo posee que un ser querido está en peligro o cerca – Yeri se había sentado en la silla para prestar toda la máxima atención – por cada nuevo nacimiento de un pura sangre se crean dos. El suyo propio y el de su pareja, estos toman los animales y color favoritos de cada uno. Aunque el de nuestras correspondientes parejas, no nacen hasta que las encontramos o estamos preparadas para comprometernos.
-Entonces – interrumpió Yeri – ¿Jihyo no tiene tu mitad ?
-No, el día que íbamos a comprometernos fue el día que nos atacaron – Yeri vio como la cara de su hermana se volvía triste. La pequeña sintió como le apartaban el pelo, y no dudo en meter un pequeño brinco.
-Esto te pertenece – Yeri notó como Irene le ponía un collar, que rápidamente se convirtió en una tortuga morada – sorprendente, pensé que coincidirías en algo con Nayeon – la segunda mayor no dudo en mostrar su collar y este era un conejo de un azul más claro que el color del mar – Cuando los hermanos de vuestros collares nazcan, estos se cambiaran al animal y al color de vuestra pareja.
-Por eso tu tienes un oso amarillo y Sana tenía el pingüino verde turquesa – Irene asintió – pero ¿por que cuando íbamos buscando a Mina, tú collar cambió ?
-Porque los collares también tienen rango. Una vez que el vampiro con sangre pura muere, estos se destruyen y el siguiente en la línea de sucesión toma el papel de líder y es su responsabilidad la supervivencia de todos. Cuando Mamá y papá murieron, vuestros collares y sus hermanos se conectaron con el mio. Seulgi no es pura, por lo que solo puede sentirme a mi. Su collar le avisó de mi presencia cerca suya, por eso el conejo rosa en su mano – Yeri se dejo caer hacía la silla, ahora entendía porque Irene siempre intentaba no mostrar sentimientos, no quería que Seulgi supiera que estaban cerca. Tenía muchas más preguntas, pero la pequeña decidió no preguntar. Estaba siendo una mañana dura para sus hermanas mayores. La pequeña se levantó y fue a por una pomada, que tenían.
-Toma Unnie – se la dio a Nayeon –para tu quemadura de la mano.
-Gracias pequeñaja – la mayor no dudo en tomarla y echársela, rápidamente sintió un gran alivio.
Mientras las tres hermanas pensaban un plan, una joven se despertaba en una cama que no era la suya pero muy familiar. Le dolía un poco la cabeza, y no recordaba gran cosa. Solo la explanada llena de cadáveres. Por intuición, se llevó la mano al cuello y rápidamente abrió los ojos. El collar, su collar, había desaparecido.
-Buenos días – dijo una voz que entraba a la habitación – toma, desayuna y cámbiate. Cuando estés lista baja, conoces el camino de sobra – Sana no reconoció la voz de la chica pero se fijo en su mano, llevaba una quemadura en ella. Claramente no iba a desayunar. Se levantó y comenzó a investigar la habitación, no podía ser verdad. Esto no estaba pasando, ella conocía ese cuarto.
-Ya eres toda una mujer – Sana se quedó helada, y poco a poco giró sobre sus talones.
-Tú.
Holis,
Buen finde.
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Game Over
VampireCuentan las leyendas que hay un mundo no descubierto bajo nuestros pies o sobre nuestras cabezas, donde viven las criaturas más letales, pero a la vez las más hermosas de nuestros sueños. Ese mundo que sigue sus propias leyes, que a cualquier mortal...