El suave sonido de la lluvia llegaba a sus oídos como una suave sinfonía.El silencio entre ambos era todo menos incómodo.Miraban el caer de las gotas sin decir una sola palabra.
-"¿Para que me llamaste?"-dijo rompiendo el silencio con sus afiladas p...
El aburrimiento era lo único que predominaba en su espaciosa oficina. Los alumnos de primer año estaban en una misión a la que él mismo los había asignado y sin sus preciados alumnos,realmente no había nada que hacer.
Hubiera querido ir a molestar a Nanami,como usualmente hacía,pero él también estaba en una importante misión.
Usualmente en tiempos como este,salía a dar una vuelta,iba de compras,pero el Director Yaga había sido muy exigente en cuanto al ocio en horas de trabajo. Sinceramente no tenía porque escucharlo,pero sus regaños todos los días fueron suficientes para que el peliblanco simplemente lo aceptara.
Después de todo desde el incidente con esas maldiciones tan extrañas todos estaban en máxima alerta. Asi que hasta que Utahime no le informara nada sobre el posible traidor,no tenía más remedio que entretenerse en otras cosas.
La sospechosa principal era esa niña de sangre extrangera...
Utahime le había asegurado de que esa muchacha no era capaz de hacer algo así,pero él no era un hombre de confiar en conjeturas.
Hace dos días había sacado su expediente de los archivos,lo había revisado minuciosamente.
Si esa niña era parte del Clan Keita,nada bueno podía venir de ahí. Y según lo que había leído sobre ella,no cabía duda de que era especial para ellos,muy especial.
Así que se dio la tarea de hablar con ella personalmente esa misma noche.Aunque esto no dio mucho resultado.
Le dio la impresión de que no era una persona muy conversadora...
Se recostó en su elegante silla cruzando los brazos. No había nada sospechoso en ella como tal,pero su familia era problemática.
Él lo sabía,hace doce años lo había comprobado por él mismo.Ni el clan Zenin había logrado inflingirle tanto asco. Si Suguru no hubiera estado ahí probablemente hubiera acabado con todos esos cerdos de una vez y sin dudarlo...
-"Suguru"-su expresión se tornó nostálgica al recordar el nombre de su mejor amigo. Él había sido su pilar en el pasado,su brújula de moral.Era una pena como las cosas habían resultado.
-"Disculpe Gojo-san"-Ijichi tocó la puerta silenciosamente y luego entró en la oficina.- "Hay una persona que quiere verlo"-su tono de voz tenía un toque de nerviosismo,hablar con el peliblanco era realmente un estrés para el pobre Ijichi.No sabía en que momento podría hacerlo enojar.
-"A mi?Quién?"-dijo curiosamente.
. . . . . . . . Su teléfono no paraba de vibrar.Las notificaciones de los mensajes de Melisa eran constantes.
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Miró la pantalla de su teléfono con una expresión de cansancio,por ahora la ignoraría.Cuando volviera ya se las arreglaría con ella. Su mejor amiga a veces actuaba como una niña pequeña,pero era en fin su mejor amiga,podía sonar cursi pero no la cambiaría por nada del mundo.Claro que esto nunca se lo diría en voz alta.
