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en el cielo luego del exterminio los exterminadores no tienen mucho que hacer por lo que la rutina de lute se volvió bastante repetitiva, durante las mañanas estaba con adan aveces trabajando, en reuniones o rellenando papeles y otras veces solo charlaban o escuchaba las canciones de su jefe, luego de todas esas interacciones de fue difícil no halagarle cariño al mayor pese a lo que le hizo a vaggie, el era un buen amigo que la ayudaba y aconsejaba. 

durante el medio día lute suele almorzar mientras ve como le va a vaggie o comer y luego ver a vaggie durante una o dos horas antes de ir a entrenar, durante los primeros días lute entrenaba sola dedicándose a ser mas fuerte y rápida para el próximo exterminio, entrenaba con su lanza e incluso la llego a re forjar repetidas veces la misma para conseguir una que considerara la mejor y mas conveniente, lute entrenaba casi todo el días, ya fuera con pesas o derribando objetivos, luego de la primera semana de entrenamiento sus compañeras comenzaron a unirse a lute, motivadas para mejorar como lo hacia su capitana, llegando al punto que todos los días cuando estaban por terminar el entrenamiento, una de sus compañeras intentaba derribar la en un combate mano a mano, lo que solo logro aumentar el respeto que sentían las exterminadoras asía su capitana debido a su racha invicta desde el dia 1.

mientras los mese pasan lute solo esperaba el día del exterminio, con todo lo que avía avanzado los últimos meses estaba segura de ser capas de conseguir tiempo extra para estar con vaggie, aun asi se mantenía rigurosa con su entrenamiento para lograr su objetivo. pero, lute no era la única que estaba entrenando.

hace unos días vaggie comenzó a ir con una mujer, carmilla carmine, aparentemente vaggie le estaba enseñando como re forjar las armas angelicales de mejor manera para haci tener nuevos tipos de armas y de mejor calidad, debido a este servicio carmilla no solo le pagaba a vaggie sino que también le daba clases de defensa personal. 

los primeros dias, lute se enojo debido a que carmilla le pego repetidas veces a vaggie pero con el tiempo vaggie lograba defenderse de mejor manera cosa que alegro a lute y comenzó a agarrarle cierto gusto a ver sus entrenamientos, de ves en cuando ponía a prueba durante sus luchas contra sus subordinadas. 

infierno, mansión carmine 

estaba tomando una tase de café mientras miraba como odette y clara tenían una pequeña batalla bajo la atenta mirada de carmilla, ambas fueron entrenadas por su madre pero cada una tenia su propio estilo a la hora de luchar, mientras clara era mas directa con una fuerza y velocidad explosiva, odette tenia movimientos mas constantes y defensivos, esperando una brecha para dar un golpe certero. luego de unos minutos en los que ambas partes recibieron uno que otro golpe, la batalla termino a petición de carmilla que luego de decir algunas correcciones se acerco para sentarse a mi lado y servirse una tasa de café.

-han mejorado desde la primera ves que las vi pelear- fui la primera en hablar mientras miraba a odette y clara que hablaran animada mente. 

-seguro, después de que te vieron entrenar conmigo no dejaron de insistir en que querían ser como tu- esas palabras fueron como un interruptor para las hijas de la mayor que se detuvieron dramáticamente antes de voltearse a mirar a su mabre molestas y avergonzadas. 

-MAMA!- ambas hablaron al unisono con un tono de reproche a su madre que solo sonrió dando un pequeño sorbo a su café enternecida por sus hijas, luego de ese pequeño momento ambas menores se fueron de la habitación dejando me a solas a carmilla.

-y quieres intentar usarlas- vaggie miro algo confundida a carmilla durante unos segundos antes de entender a que se refería y volver a acomodarse en su silla.

-no lo se, no me siento capas- 

-oh vamos, de seguro te encantara- como si de una comedia se tratase odette apareció en la habitación de detrás de un pilar mirando emocionada a vaggie.

what if...[vaggiexlute]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora