6º año

42 3 0
                                    

La estación de King Cross aguardaba a los estudiantes ante un nuevo curso. La tensión y el temor constante eran notables en el ambiente desde el regreso de Voldemort y de los ataques de mortífagos.

William estaba acompañando a su hija con la familia Weasley, Harry y Hermione. La distancia entre ellos cada vez era mayor. Gianna no entendía el cambio tan drástico de su padre y eso la preocupaba.

Gianna, sintiendo la tensión entre ella y su padre, decidió romper el hielo con un abrazo. Se acercó tímidamente a William, quien, aunque mostró cierta resistencia inicial, finalmente aceptó el gesto.

—Papá, sé que algo te preocupa. Por favor, cuéntame, necesito entender. —Gianna intentó buscar una conexión emocional, pero William se separó lentamente, evitando su mirada.

—No es el momento, Gia. Debo ocuparme de algunas cosas. Cuídate, si necesitas algo avísame en cuanto puedas. —dijo William antes de alejarse, dejando a Gianna con más preguntas que respuestas.

Gianna exploró con la mirada el bullicioso andén en busca de Theodore, pero no logró encontrarlo entre la multitud. La inquietud se mezclaba con la anticipación mientras intentaba divisar a su amigo entre los rostros familiares. Fue entonces cuando, de repente, una voz conocida la llamó.

—¡Gianna! —Blaise Zabini se acercó, su rostro mostrando una mezcla de sorpresa y alegría.
—Te he echado mucho de menos Gigi, ¿cómo estás?

El reencuentro con Blaise trajo consigo una sensación de familiaridad en medio de la incertidumbre.

—Estoy bien Blaise, ha sido un verano difícil. —hizo una pausa mientras se subían al tren. —Pero he aprendido a llevarlo lo mejor que he podido. Theodore me ha ayudado bastante

Blaise sorprendido dijo. —¡Theodore! ¿el mismo que conocemos? —Gianna asintió. —Woah, no me esperaba eso.

Blaise y ella entraron al compartimento donde se encontraban sus amigos de Slytherin. Tracey, Draco y Daphne estaban allí.

Las compañeras de habitación de Gianna y ella se fundieron en un abrazo, había echado de menos sus noches junto a ellas en Hogwarts. Pero echaba en falta la ausencia de Pansy.

—Draco —dijo sonriendo por ver a su amigo. —Te he echado de menos idiota. —dijo abrazándole

—Hola Gia, ¿qué tal? —dijo de manera fría.

Al instante, Gianna notó algo distante a Draco. No se habían visto durante todo el verano, y no entendía el comportamiento de este.

—Oye, ¿estás bien?, te noto un poco... raro

Draco suspiró, aparentemente indeciso sobre si compartir sus preocupaciones. —Cosas de la familia, ya sabes. Pero no quiero hablar de eso.

A pesar de sus intentos de acercarse, Gianna sintió una barrera entre ellos.

Theodore seguía sin aparecer, así que se decidió a preguntar por él. —¿Habéis visto a Theodore? —preguntó Gianna, sintiendo la urgencia de su desaparición.

Blaise frunció el ceño ligeramente. —No, aún no. Seguro que aparecerá antes de que el tren parta. Está bastante ocupado con su nuevo papel como Prefecto. Pansy también ha sido elegida, ¿lo sabías?

Theodore no mencionó en las cartas nada de que había sido elegido como prefecto, y tampoco sabía que Pansy también lo había sido. Mientras continuaban la conversación, su mirada se deslizaba constantemente hacia el andén, esperando ver a Theodore antes de que el tren se pusiera en marcha.

                                       • • •        

Habían llegado a Hogwarts y acababan de entrar al Gran Comedor. Gianna seguía buscando a Theo por todas partes. Hasta que apareció por las puertas de la sala, iba acompañado por Pansy. Theo parecía más delgado y su mirada se había vuelto más fría.

—Theo —dijo aliviada. —Por Merlín, pensé que no aparecerías. ¿Como has estado? dejaste de escribirme este último mes —dijo algo triste

Theo bajó la mirada por un momento antes de responder: —Las cosas han estado un poco complicadas en casa, y... —se detuvo, como si estuviera sopesando sus palabras—. No quería arrastrarte a mis problemas.

Theodore notó la preocupación en los ojos de Gianna y suspiró, como si estuviera debatiéndose internamente. Pansy, que había estado observando la interacción desde la distancia, decidió intervenir.

—Bueno, parece que hay mucho que ponerse al día. Gia, ¿por qué no nos acompañas después del banquete? Theo y yo tenemos algunos asuntos de Prefecto que tratar. —Pansy sonrió, pero Gianna pudo percibir una chispa de complicidad en su mirada.

Theodore asintió y, con un gesto de disculpa hacia Gianna, se dejó llevar por Pansy hacia otro rincón del Gran Comedor. Gianna, sintiéndose un tanto desconcertada, volvió a su asiento, preguntándose qué podría haber sucedido durante el verano para cambiar a Theodore de esa manera.

Terminado el banquete, Gianna se puso de pie decidida a aclarar las cosas con Theodore. Se dirigió hacia la Sala Común de Slytherin, ignorando las miradas curiosas de sus compañeros. Al llegar, no encontró a Theo, pero Blaise estaba ahí.

—¿Dónde está Theodore? Necesito hablar con él. —Gianna no pudo evitar que su tono denotara preocupación.

Blaise la observó con expresión preocupada antes de responder: —No lo sé, Gia. No ha aparecido por aquí.

Se encaminó hacia la Torre de Astronomía, donde sabía que Theodore a menudo encontraba paz y tranquilidad.

Al llegar, se encontró con Theodore fumando un cigarrillo. Theo se dio cuenta de su presencia y se giró a verla.

—¿Qué está pasando, Theo? —dijo preocupada mientras se acercaba a él.

Theodore miró a Gianna con una mezcla de sorpresa y tensión mientras dejaba caer el cigarrillo al suelo y lo apagaba con la suela de su bota. La atmósfera se volvía más densa a medida que ella se acercaba.

—Gianna, las cosas han cambiado. No puedes entender completamente lo que está pasando en mi vida ahora. Hay asuntos que van más allá de lo que puedo compartir contigo.

Gianna, con los ojos entrecerrados, respondió con frustración: —¿Por qué te estás alejando de mí? ¿Por qué solo apareces cuando estoy mal? Me evitaste después del baile de San Valentín y dejaste de responderme las cartas.

Theodore suspiró profundamente, luchando con sus propias emociones. —No es mi intención alejarme, Gia. Hay presiones, expectativas... —titubeó, eligiendo sus palabras con cuidado—. Cosas que van más allá de nuestras decisiones.

Gia no entendía que es lo que quería decir Theo, no entendía porque un día se acercaba a ella y luego la alejaba.

—Algunas batallas son personales, Gianna.

La mirada de Gianna mostraba su desconcierto.

Antes de que Gia pudiera responder, Pansy apareció de nuevo, interrumpiendo la conversación. —Vamos, Theodore, la reunión de Prefectos está a punto de comenzar.

Theodore asintió con pesar, dirigiendo una última mirada a Gianna. —Hablaremos más tarde, Gia. Lo prometo.

Gianna, aunque insatisfecha con las respuestas vagas, aceptó temporalmente la situación. Theodore se alejó junto a Pansy, dejándola con una mezcla de confusión y preocupación.

Sombras del azar | Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora