Sombras del azar | Theodore Nott

Noche compartida

Los pasillos de Hogwarts parecían desiertos a esas horas de la noche, creando un ambiente aún más íntimo entre ellos. Cuando finalmente Gianna lo alcanzó, Theo se volvió hacia ella con una sonrisa juguetona.

—¿Corriendo hacia mí, Rosier? ¿Tanto me extrañaste ya? —bromeó Theo, con una mirada traviesa en sus ojos.

—Cállate, Nott —dijo agarrándole de la camiseta y atrayéndolo hacia ella.

Theo rió y, sin perder el tiempo, agarró a Gianna de la cintura para otro beso intenso. Mientras se besaban en los rincones ocultos de los pasillos, la magia entre ellos se intensificaba. Cada rincón oscuro se convertía en un testigo silencioso de su deseo compartido.

Después de un rato, Theo se separó lentamente, pero manteniendo su rostro a centímetros del de Gianna. —Podríamos ir a mi habitación, Blaise y Draco no aparecerán esta noche por allí. —dijo con un tono pícaro mientras pasaba su mano por la espalda de Gia.

Gianna ante la propuesta sonrió y volvió a besar a Theo. Ambos iban camino a la Sala común de Slytherin, con sus manos juntadas. Los pasillos resonaban con las risas y besos de los dos.

Las velas parpadeaban en la Sala común de Slytherin, creando un ambiente íntimo y cálido. Theo guió la cintura de Gianna hacia su dormitorio con una sonrisa pícara en los labios. Cerraron la puerta detrás de ellos, se podía sentir el deseo y los nervios de ambos.

Gia entró a la habitación tímida pero segura de si misma. Theo, al notarlo, la abrazó por la espalda mientras dejaba pequeños besos por su cuello. Ella se dejó llevar por el momento, descubriendo su cuello para que él siguiera.

Empezó a acariciar lentamente su abdomen mientras bajaba los labios a su clavícula.

—Parece que alguien está ansioso hoy. —dijo Gia bromeando

—Tal vez esté disfrutando demasiado de la compañía. —dijo dándole la vuelta poniéndola frente a él.

La tensión entre ellos se intensificaba con cada palabra y caricia. Theo continuó explorando su cuello y hombros con besos suaves, mientras Gianna dejaba escapar suspiros de placer.

En un movimiento fluido, Theo la levantó en brazos, y Gianna rodeó sus piernas a la cintura de Theo. Se besaron apasionadamente mientras Theo la llevaba hacia la cama, depositándola con suavidad sobre las sábanas.

Gianna en un acto de confianza le quitó la camiseta, pasando las manos por su abdomen. Theo soltó una risa suave ante esto. Gianna le dio la vuelta y ahora era ella la que estaba encima. Cada prenda que caía aumentaba la intensidad del momento compartido entre ellos. Los susurros y risas juguetonas resonaban en la habitación, creando una atmósfera cargada de anticipación.

Theo, sintiendo la tensión creciente en la habitación, volvió a invertir las posiciones. Sus ojos centelleaban con deseo mientras acariciaba suavemente la piel de Gianna.

Cuando ambos quedaron en ropa interior, Theo tomó las riendas de la situación, introduciendo una de sus manos por el tanga de Gia, mientras su otra mano acariciaba uno de sus pechos.

Gianna jadeando mientras ambas respiraciones estaban agitadas. —¿Que pasa, Gia? —dijo en un tono divertido y juguetón. —¿Quieres que siga?

Gianna gimió cerca de la oreja de este, haciendo que Theo introdujera uno de sus dedos dentro de ella. Se movía lentamente, acelerando el ritmo a la misma vez que la respiración de Gia.

—Voy a llegar, Theo. —dijo entrecortada mientras gemía.

—No va a ser la única vez esta noche, Rosier. —dijo bajando poco a poco, hasta llegar a su zona íntima.