Baño de prefectos

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Mientras Gianna empacaba sus cosas, la inquietud por las vacaciones de Navidad la invadía. Era la primera vez que pasaría estas fechas sin su madre, y no sabía cómo su padre reaccionaría.

La imagen de su madre la asaltó brevemente, y Gianna se permitió un momento de nostalgia antes de retomar el empacado. La voz de Theo resonó desde la puerta.

—¿Nerviosa por las vacaciones? —preguntó con una sonrisa.

Gianna asintió, compartiendo su preocupación. —Es extraño no tener a mamá para las Navidades. Y no sé cómo estará papá.

Theo se acercó y la abrazó con ternura por la espalda. —Estarás bien, Gia. Y tienes a los Weasley, ¿recuerdas? Seguro que te ayudarán a pasar unas buenas fiestas.

Theo notó la preocupación en los ojos de Gianna y decidió abrirse un poco más. —Bueno, mis vacaciones tampoco van a ser demasiado buenas. Ya sabes cómo es mi relación con mi padre. No es que sea el tipo de persona que celebre la Navidad. Probablemente, solo esté en casa por la formalidad.

Gianna se giró para poder abrazarlo. Ambos iban a pasar unas fiestas un poco raras, por unas circunstancias u otras.

La voz de Tracey los sacó de aquel momento. —Hola parejita, aún queda un día para irnos. ¿Ya estáis despidiéndoros? —dijo en un tono divertido mientras se tumbaba en la cama.

Tracey, con una sonrisa traviesa, sacó una carta de su bolsa y la ondeó en el aire. —Tengo algo que podría hacer que tus vacaciones sean un poco más emocionantes. —Le entregó la carta a Gianna.

Gianna frunció el ceño antes de abrir la carta y leer las palabras de George. Su rostro se iluminó con sorpresa y alegría. —¡George me ha invitado a pasar las vacaciones en la Madriguera junto a ellos! Quiere presentarme formalmente como su pareja.

Gianna sorprendida abrazó a su amiga mientras daban pequeños saltos.

Tracey rió ante la reacción de Gianna. —¡Es increíble! Será una experiencia inolvidable, y estoy tan emocionada de compartir las vacaciones contigo en la Madriguera. ¿Crees que le caeré bien a sus padres? —dijo algo nerviosa.

Gianna, divertida por la situación, le guiñó un ojo a Tracey. —No te preocupes, Trace, caerás genial a la familia Weasley. Solo sé tú misma y todo irá perfecto. Además, ¡seguro que los encantos Slytherin te ayudan! —dijo con una sonrisa, intentando aliviar los nervios de su amiga.

—Oye, Nott. —los tres se giraron hacia la puerta donde se encontraba Pansy. —Tenemos que hablar. —le dijo haciéndole un gesto para que saliera fuera.

Gianna no pasó por alto la carta que intentaba esconder Pansy, lo que hizo que se preocupara y sintiera ciertos celos.

Theo, mirando a Gianna con una expresión inquisitiva, asintió y se dirigió hacia Pansy.

Tracey, con una sonrisa pícara, bromeó: —Bueno, bueno, señorita Rosier, ¿celosa de las conspiraciones secretas de Nott y Pansy?

Gianna, intentando restar importancia, rió. —No, para nada. Solo me intriga, eso es todo.

Tracey le guiñó un ojo. —Sí, sí, lo que tú digas.

Gianna suspiró y se sentó en la cama, invitando a Tracey a hacer lo mismo. —Es solo que... me preocupa. No sé por qué Pansy y Theo están teniendo esa conversación, y me da curiosidad. Además, me preocupa lo que pueda pasar durante las vacaciones. Ya sabes que la relación entre Theo y su padre no es la mejor, y no sé cómo eso puede afectarlo.

Tracey le puso una mano en el hombro. —Entiendo. Pero no te preocupes demasiado. Tal vez solo están hablando de algo personal y no tiene nada que ver contigo. Las familias Parkinson y Nott siempre han sido amigas y aliadas. Pansy y Theo pueden estar discutiendo algún asunto familiar o incluso algo relacionado con la historia de sus padres. —hizo una pausa. —Y sobre las vacaciones, bueno, conociendo a Theo, creo que sabrá manejarlo.

Sombras del azar | Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora