Vacaciones en la Madriguera

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El vapor del tren se disipó en el andén de King's Cross, marcando el inicio de las esperadas vacaciones de navidad. Gianna, acompañada de sus amigos, se reunió con sus padres en medio de la multitud. El abrazo cálido de su madre y la sonrisa de su padre despejaron cualquier preocupación inicial.

La madriguera, con su atmósfera acogedora, resonaba con risas y el bullicio típico de la familia Weasley. Sin embargo, la tensión entre Gianna y Fred seguía palpable después de la discusión previa. Mientras disfrutaban de la cena, los gestos y miradas entre ellos apenas esbozaban la armonía que solían compartir.

El ambiente festivo contrastaba con esa tensión, creando una dualidad en la madriguera.

—Arthur, ¿cómo te encuentras?. —dijo Gianna en medio de la cena.

—Gianna, no te preocupes demasiado. Estoy mejorando, gracias a las habilidades de Molly y un poco de descanso. —con su sonrisa característica. —Pero quería darle las gracias a Harry, sin él, hoy no estaría aquí. Gracias. —finalizó el señor Weasley alzando su copa para brindar por él.

—¡Por Harry! —continuó Gia levantándose

—Y por pasar muchas navidades juntos. —siguió Harry un poco avergonzado.

La cena siguió con diferentes anécdotas y risas. Sin duda Gia echaba de menos esto, se habían convertido en una familia.

Pasada un par de horas, mientras cada uno se dirigía a su habitación. Sirius se encontraba solo frente a la chimenea, con su característico vaso en la mano.

—¿Te has vuelto alcohólico Sirius? —dijo en un tono burlesco Gia mientras se sentaba junto a él.

—Hola Gia, ¿no es demasiado tarde para que estes despierta? —preguntó alzando las cejas

—¿Y tú para que estes bebiendo? —continuó Gia

—Igualita a tu madre. —rieron ambos y siguió Sirius —He notado que estabas un poco distante en la cena y parecías tensa con cierto pelirrojo. ¿Todo bien?

Gianna suspiró recordando la discusión y miedos con Fred. —Sí, es solo que... estos meses en Hogwarts han sido más complicados de lo que imaginaba. Toda la situación con mi casa, los prejuicios, y la discusión con Fred antes de llegar...

—¿Discutiste con Weasley? —Gia asintió mirando el fuego

—Draco y yo nos hemos acercado más de lo que pensaba, pero también hay barreras. Su padre, mi padre...nadie sabía sobre nuestra amistad por esto mismo, me daba miedo las reacciones de los demás y Fred me vio despedirme de él y no le sentó nada bien.

—Entiendo que algunas cosas deben permanecer en secreto, pero asegúrate de protegerte a ti misma. La familia Malfoy no siempre juega limpio.

—Lo sé. Solo quiero ayudar a Draco, pero a veces me siento atrapada en algo más grande de lo que puedo manejar.

—Puedes contar con nosotros Gia —dijo mientras le ponía la mano en el hombro. —Fred es un buen chico, pero no siempre va a entender todo. Tú tienes que tomar decisiones basadas en lo que sientes que es correcto para ti. ¿Qué sientes en tu corazón?

— Siento miedo de perder a mis amigos, pero también siento que Draco necesita apoyo y que ha creado una barrera a base de las ideologías de su padre.

—A veces, las decisiones difíciles son las que definen quiénes somos. Solo asegúrate de ser fiel a ti misma, Gianna. Eso es lo más importante.

Gianna había encontrado en Sirius una figura paterna, a parte de la que tenía. Sentía que con él podría hablar de cualquier cosa y no sería juzgada, tal vez por el pasado del hombre.

Sombras del azar | Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora