Arrepentimiento

33 3 0
                                    

Fred se despertó con un estiramiento perezoso y notó que la cama estaba vacía. Cuando se giró vio que Gia estaba de pie junto a la ventana.

Fred se acercó sigilosamente, envolviéndola con sus brazos desde atrás. Ella no ofreció resistencia, permitiendo que sus brazos la rodearan mientras miraba por la ventana. Cuando Gianna finalmente se giró hacia él, Fred notó la lágrima que recorría su mejilla.

—Gia, ¿qué pasa? —preguntó con voz preocupada, apartando delicadamente la lágrima con el pulgar.

Gianna desvió la mirada por un momento antes de responder, su voz temblaba ligeramente. —Solo... fue una noche intensa, Fred.

Fred la miró con preocupación, acariciando su mejilla suavemente. —¿Estás bien?

Gianna asintió, forzando una sonrisa débil. —Sí, estoy bien. Solo necesito procesar algunas cosas.

—¿Esto tiene algo que ver conmigo? ¿Hice algo mal anoche? —preguntó con tono de disculpa, buscando entender qué estaba pasando por la mente de Gianna.

—No, Fred, no es culpa tuya —respondió con voz suave, mientras una lágrima más resbalaba por su mejilla—. Anoche... fue maravilloso, pero... no puedo evitar sentirme confundida.

Fred frunció el ceño, acercándose más a ella. Quería comprender lo que estaba pasando por la mente de Gianna, quería estar allí para ella, incluso si no entendía completamente lo que estaba pasando.

—¿Puedes decirme qué está pasando, Gia? Quiero ayudarte —dijo con sinceridad, acariciando suavemente su espalda en un gesto reconfortante.

Gianna rompió a llorar, sintiendo cómo todas las emociones reprimidas salían a flote. Fred la sostuvo con más fuerza, acariciando su espalda mientras escuchaba atentamente.

—Fred... yo... —comenzó entre sollozos—. Sigo queriendo estar con Theo. Lo intenté olvidar, pero... después de lo de anoche, todo volvió a resurgir. Sé que rompió conmigo, pero no puedo evitarlo.

Fred la miró con comprensión, sintiendo un nudo en la garganta al escuchar sus palabras. Quería decirle que todo estaría bien, pero sabía que no podía competir con los sentimientos arraigados de Gianna por Theo.

—Lo entiendo, Gia. Y no te culpo por sentir lo que sientes. Pero... ¿qué pasa con nosotros? —dijo con sinceridad, sintiendo un dolor agudo en su pecho.

Gianna levantó la mirada hacia él, sus ojos llenos de angustia y remordimiento. —Lo siento, Fred. No deberías estar pasando por esto.

Fred le sonrió tristemente, secándole las lágrimas con delicadeza. —No te preocupes por mí, Gia. Solo quiero que estés bien. Si necesitas tiempo para resolver tus sentimientos, lo entenderé. Pero por favor, no te sientas mal por lo que pasó anoche.

Gianna bajó la mirada, luchando contra las lágrimas que amenazaban con empañar sus ojos. Sabía que estaba lastimando a Fred con sus palabras, pero no podía evitar sentirse abrumada por la culpa y la tristeza.

—Fred, te mereces a alguien mejor que yo. Alguien que pueda corresponderte completamente, que te ame con todo su corazón. Yo... yo no puedo darte eso, porque mi corazón está en otro lugar. —Gianna confesó con voz temblorosa, sintiendo un nudo en la garganta.

Fred la miró con comprensión, aunque sus ojos reflejaban un destello de dolor. Sabía que Gianna estaba siendo honesta consigo misma y con él, y eso lo hacía apreciarla aún más.

—Gia, no digas eso. No se trata de merecer o no merecer. Yo... yo quiero estar contigo, no importa qué. Pero si tus sentimientos están en otro lugar, no puedo obligarte a estar conmigo. —Fred respondió con suavidad, tratando de calmar los temores y la culpa de Gianna.

Sombras del azar | Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora