El festival terminó poco antes del anochecer, bajo la luz naranja de esas horas los pobladores levantaban mesas y sillas, barrían la plaza y recogían cualquier basura que se les atravesaba. Tanto a los lugareños como a las autoridades les gustaba mantener lo más limpio posible, pues al ser un poblado amurallado era importante para ellos convivir y vivir cómodamente.
Los hermanos se despedían de algunos con apretones de manos, otros se acercaban a regalarles alguna canasta con un poco de comida, mismas que se turnaban para meterlas a la casa de los Brann.
Rudolph echaba una mirada con nervios de vez en vez al sol, vigilando la puesta, y cuando lo consideró oportuno cortó las despedidas y arrastró a su hermano dentro de la casa.
Gwen y su madre se encontraban en la cocina, la primera sentada en la silla cercana a la puerta y con las manos tamborileaba feliz en la mesa, la segunda parada en medio del lugar observando angustiada los regalos, no sabía donde guardaría toda esa comida.
— Bien "pecas" dime, que sabes de la creatura. —
Dijo Rud mientras soltaba a Henry a quien había jalado por el cuello de la camisa.
— No me llames así, ya no soy una niña, tú lo dijiste. — Respondió Gwen con molestia.
— A demás, ya ni se le notan. — Dijo la madre. — Una lástima, ¿no lo crees Henry? —
Gwen no le dio tiempo a Henry de contestar, sonrojada por la indirecta de su madre, la chica se apresuró a contestar.
— No sé qué sea. — Chilló levantándose de la mesa y golpeando sus manos contra ella, acto que los hizo voltear a verla.
— No te preocupes, no tendrías por qué saberlo. — Le respondió Henry, con un tono de voz calmado y dulce, sumado a una sonrisa que solo sabía brindarle a ella.
La chica, lejos de sentirse aliviada, frunció el ceño ante el comentario.
— Tss — Río Rudolph ante el gesto. — Claro que no, pero algo sabe, lo has estado rastreando, ¿no es así? —
— Sí. — Respondió aun viendo fijamente a Henry. — No tiene pelo, pero tiene una especie de púas, aunque no sé qué tanto de su cuerpo está cubierto por ellas. Solo come animales, no parece importarle los humanos, lo más extraño es que los cadáveres de los animales simplemente no tienen mordeduras, sacos de huesos y piel es lo que se ha encontrado, pero sin abrir, ¿qué creatura hace eso? —
Rudolph nunca había enfrentado a una creatura que hiciera lo descrito por Gwen, así que lamentablemente no tenía una respuesta para ella.
— ¿Qué hay de los soldados y los aventureros? ¿Por qué nadie se ha encargado de esto? —
La pregunta de Rud extrañó un poco a Henry, así que lo reflexionó un segundo, y entendió lo que su hermano quería saber, ciertamente era extraño que los recibieran como lo hicieron, los rasguños y demás muestras de ataques parecían relativamente resientes, y aquello era raro en Shert.
ESTÁS LEYENDO
xxxHero
FantasyLuego de un año fuera de acción, los hermanos Arnheim pasan monótonos días en su retiro. Descansando en una cabaña en medio del bosque, son perturbados por una caravana de elfos que parecen molestos por algo. Es así como el mayor de los hermanos es...