CAPITULO 8.

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Caroline estaba en la habitación de Katherine arreglándose, esa noche iba a ir con Stefan a casa de la Barbie de traumas para cenar los tres, porque según Stefan quería que las dos chicas especiales para él se llevasen bien. Pero Caroline era su mejor amiga y como mejor amiga tenía que dar el visto bueno a su novia, y este no era el caso, ya que en diversas ocasiones había pillado a Rebekah hablando con el Dr. Mikaelson, ¿era por eso? ¿Por qué a Caroline le sentaba mal que la novia de su mejor amigo hablara tanto con su jefe? ¿O porque Caroline empezaba a sentir algo más por él?

Klaus Mikaelson era un arrogante, se creía un dios, bueno en realidad sí que se lo podía creer porque no había otro neurocirujano como él.

Pero realmente no sabían si eran sentimientos lo que sentía hacia él. Claro que sí, Caroline le admiraba y era normal, cualquiera lo haría y Caroline pasa con el casi todo el día.

--No me apetece nada-- volvió a confesar a Katherine.

--Eso te pasa por ser la mejor amiga de Salvatore-- respondió su amiga tirada en la cama-- tendrías que haberle dicho de que fuera su hermano, así seguro que te hubiese dicho de dejarlo.

--Eres un genio Katherine-- dijo la rubia-- pero eso me lo tendrías que haber dicho antes.

--Cuando llegan las ideas llegan-- dijo apoyando los pies en la pared.

--¿Estoy bien?-- pregunto Caroline mirándola.

--Estupenda-- la contesto casi sin mirarla.

--Te odio.

--Mentira, me adoras, todos me adoran.

Caroline se rió ante lo segura que era su amiga.

--¿Vas a quedar con el Ken?

--Sí, va a venir aquí.

--¿Por qué?

--Simplemente para jorobar a Miller-- dijo sonriendo.

--Eres malvada.

--¿Caroline estas lista?-preguntó Stefan desde el pasillo.

--Sí, ya salgo.

Caroline se había puesto un vestido sencillo y su pelo suelto mientras que sus rizos estaban alborotados...

--Estas muy guapa-- dijo el chico cuando abrió la puerta.

--Gracias Stefan.

[...]

Stefan llamo a la puerta de la casa de Rebekah, a Caroline le resultaba un poco raro estar allí.

--Hola cielo-- dijo Stefan en cuanto Rebekah abrió la puerta.

--Hola Stef- le contesto la rubia-- Hola Forbes...digo Caroline-- dijo reaccionando.

--Hola Rebekah.

--Por favor pasad-- dijo abriendo más la puerta-- ¿Queréis una copa de vino?

--Claro-- dijo Stefan contestando también por Caroline.

Mejor pasar este rato bebiendo.

Se oyó un ruido, lo que hizo que Caroline se pusiese alerta, aunque no creyó que allí hubiese un chico, no estando ellos.

--Seguramente sea el gato de la vecina, se suele colar por la terraza-- dijo Rebekah sin prestar mucha atención.

--¿Dónde está el baño?-- preguntó Caroline.

--Al fondo a la izquierda-- dijo la Barbie.

--Gracias-- respondió Caroline.

No es que Caroline no se fiase de Rebekah, bueno si, si era eso...eso y que simplemente le picaba la curiosidad de si de verdad había sido un gato y Rebekah decía la verdad, o si por el contrario la novia de su mejor amigo está mintiendo.

FORBES I: A golpe de bisturí  (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora