FORBES I: A golpe de bisturí (Edición)

CAPITULO 4

Katherine se había encontrado nada más despertar con tres avisos en su busca. El doctor Elijah Gibbs la había llamado, y ella se había quedado dormida.

Se vistio corriendo y llego lo mas rapido que pudo al hospital.
En cuanto salió del vestuario fue directa a buscar al doctor, pasando de Damon y de las rondas.

--¿Su busca no tenía batería?-- preguntó Elijah al salir de la habitación de Hayley que ahora estaba dormida.

--No lo escuche-- dijo Katherine arrepentida-- me tendría que haber quedado aquí con ella...no sé qué ha pasado-- dijo Katherine disculpándose.

--Hemos tenido que operarla-- dijo de nuevo el doctor-- tenía una obstrucción en la arteria coronaria.

--¿Quién le ha ayudado?-- dijo sin poder creerse que había perdido una operación por no escuchar el busca.

--Yo-- dijo Kol saliendo de la habitación con el historial de la pequeña.

--Ahora va a estar en el caso con nosotros, o puede ser que ocupe su puesto--dijo el Dr. Gibbs-- Mantenla vigilada Miller.

--¿Y yo?-- preguntó Katherine.

--Vallase con su residente, la necesitara en las rondas, cuando termine venga.

--Pero Miller también tiene rondas-- dijo Katherine enfadada.

--¿Hablo en otro idioma Saltzman?

--No.

--Entonces no hay nada más que hablar. Sígame Miller-- dijo Elijah.

--Lo siento-- dijo Kol a Katherine con su media sonrisa.

--Traidor-- dijo Katherine mirándole con mala cara.

--Cuando Stefan hizo lo mismo conmigo no pensaste eso-- dijo con una sonrisa perfecta.

[...]

Caroline Forbes se dirigía a sala de las TC donde se encontraba Stefan y el famoso Dr. Mikaelson.

La puerta se abrió y Caroline Forbes entró, interrumpiendo una conversación intensa entre el doctor y su mejor amigo. El Dr. Mikaelson, ya le había visto antes, aquel día en el bar, pero ahora le tenía más cerca, e iba a estar en su servicio. Le recordaba bien, era uno de los hombres más hermosos que había visto nunca. Llevaba el uniforme de la camisa azul oscura, típica de los especialistas del hospital, el cuello en forma de pico le dejaba ver un par de collares largos. Cuando le miró el doctor alzó las cejas y sus labios rojos se curvaron en una ligera sonrisa. Pero la característica que más se destacó fueron sus brillantes ojos azules que la estaban estudiando. Pero al instante desvió la mirada centrándose en la TC. Stefan la había mirado con mala cara y ahora como el Dr. Mikaelson estaba concentrado en el paciente.

--Buenos días-- dijo Caroline cuando cerró la puerta-- el Dr. Salvatore me dijo que trabajaría con usted.

--Por supuesto, ¿eres Forbes no?

--Si--dijo la rubia asintiendo.

Stefan ni siquiera la miró

--¿Qué ve aquí Forbes?-- le preguntó el rubio.

--¿Un tumor?

--Exacto. Esta entre el grado cuatro y el cinco.

--Habrá que operarla-- dijo Stefan suspirando.

--¿Qué método utilizarías Salvatore? -- preguntó el Dr. Mikaelson.

--Pues la verdad es que no estoy seguro.