CAPITULO 2

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Caroline caminaba hacia la barra de un bar, Aptonia, que estaba situado muy cerca del hospital. Durante un gran periodo de tiempo no había pisado uno por los interminables estudios que la ocupaban todo su tiempo y ahora se encaminaba, como una adolescentes, para desahogar todas su penas, junto con sus nuevos amigos.

Habían sido dos días muy intensos, sin parar de trabajar. Dos días intensos al lado de su ex Tyler que hacia lo imposible para que la acompañara en operaciones.

Pero no era hora de pensar en ese hombre macizó. Estaba allí junto con sus compañeros internos para divertirse y olvidarse de todo. Les daba igual la resaca o lo que pudiese pasar mañana. Había que vivir el ahora.

Caroline, Stefan y Kol se dirigieron hacia una mesa mientras que Katherine fue directa a la barra para pedir varias copas. Se dieron cuenta que parecía que ese bar estaba frecuentado sobre todo por médicos, Ya que reconocían a la mayoría de haberse cruzado con ellos por los pasillos.

-Tequila- grito Katherine cuando llegó a la mesa.

-Gracias- contestó Caroline en un tono de voz muy bajo.

-Venga Kol, ayúdame, aún quedan varios y no puedo cogerlos sola- dijo Katherine tirándole del brazo. El chico sin quejarse la acompaño.

-Bueno ¿qué tal estos dos días?- preguntó Stefan.

-Agotados- dijo riéndose Caroline- he venido aquí para olvidarme de todo y resulta que estamos rodeados de nuestros jefes.

-Ya te digo princesa- dijo Stefan.

Sus compañeros en estos dos días ya la habían apodado con el nombre de princesa, ya que era una rubia que no tenía pinta de cirujana, pero que sin embargo tenía enchufe en el hospital ya que era la que más había ayudado en operaciones, pero lo que ellos no sabían que era porque el estúpido de su ex la quería cerca y al ser un jefe no le podía decir que no.

-Venga chicos- dijo Kol dejando un par de chupitos encima de la mesa.

-¿Cuántos habéis pedido?- preguntó Stefan.

-Lo que serían...-empezó a contar Katherine- tres rondas, y luego cerveza.

-Yo no pienso beber tanto- volvió a decir el chico.

-Venga Salvatore, no seas calzonazos.

-No soy calzonazos- respondió a Katherine.

-Demuéstralo.

-Si no te tomas los tuyos, me los tomare yo- dijo Caroline cogiendo el primer chupito y tomándoselo de golpe.

-Anda que nos esperas- dijo Katherine con mala cara.

-Joder con la rubia- dijo Kol riéndose.

-Brindemos- dijo Katherine- porque hemos sobrevivido.

Los cuatro chicos alzaron sus chupitos y brindaron para luego tomárselo de un trago.

-Hey Stefan- comenzó a decir Kol-¿te has dado cuenta de lo buenas que están algunas enfermeras?

-Si claro- dijo Stefan sin hacerle mucho caso.

-Que entusiasmo- dijo Kol riéndose.

-No me interesan las enfermeras.

Stefan centró sus ojos en Katherine desde el primer día, se había quedado embobado con su belleza como si el supiera que estaban destinados a estar juntos. La verdad es que tampoco es que hubiese hablado mucho con ella estos días. Parecía que se llevaba mejor con Kol que con él.

Stefan sabía que por mucho que deseara que se fijara en él nunca lo conseguiría. ¿Cómo una chica tan maravillosa se podría fijar en él?

Sin embargo Caroline Forbes, la Barbie se había convertido en una chica muy interesante que le apoyaba y le hacía reír, pero no la veía del modo que veía a Katherine. Caroline y Stefan tenían pinta de convertirse en muy buenos amigos.

FORBES I: A golpe de bisturí  (Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora