Los días pasaban, y Enid, con su encanto natural, había forjado una conexión especial con Morticia. Sus risas y cuchicheos eran frecuentes, y aunque parecían inocentes, a Wednesday le molestaba no saber de qué hablaban. Detestaba los secretos, detestaba sentirse excluida en su propia casa.
La presencia de Enid en la casa de los Addams era como un rayo de sol que se filtra a través de una ventana cerrada durante años. Su energía y calidez eran innegables, pero también invasivas para la solemne quietud a la que Wednesday estaba acostumbrada. Enid, con su habitual entusiasmo, llenaba cada rincón con su presencia, sin darse cuenta de que estaba cruzando límites invisibles que Wednesday valoraba profundamente.
Wednesday, por su parte, sentía cómo su paciencia se desgastaba. No estaba acostumbrada a compartir su espacio, su tiempo, su silencio. La tensión crecía, y aunque trataba de mantener la compostura, había momentos en que simplemente no podía.
Wednesday y Enid están en la cocina frente a la encimera, rodeadas de ingredientes para hacer galletas.
Enid dijo riendo bastante animada "¡Vamos, Wednesday! ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo tan... normal como hornear galletas?"
Wednesday expresó de manera seca "Normal es un término relativo. Pero supongo que nunca está de más aprender a envenenar correctamente"
Enid sonríe y le pasa a Wednesday un puñado de harina. Wednesday la mira con desconfianza, pero Enid la anima a mezclarla con los demás ingredientes. "Solo mézclala así" Hace una demostración exagerada.
Wednesday intenta seguir el ejemplo, pero termina esparciendo harina por todas partes. Enid ríe y le limpia un poco de harina de la mejilla a Wednesday con un gesto tierno.
Wednesday la mira directamente a los ojos con un leve tono rosa en las mejillas al ser descubierta por la rubia "Eso no era necesario"
Enid con una sonrisa suave "Todo es necesario cuando se trata de galletas".
En ese momento, los padres de Wednesday entran a la cocina. Al ver la escena, no pueden evitar hacer un comentario.
Gómez : Vaya, vaya, ¿quién hubiera imaginado que nuestra pequeña tormenta se dejaría ensuciar en una cocina?
Morticia con una sonrisa burlona "Parece que alguien está... suavizándose, cariño recuerdas nuestros momentos tsn memorables que pasamos en esta cocina" dirigiéndose a su esposo con una clara intención en su voz
Wednesday frunce el ceño, claramente molesta por el comentario, pero Enid interviene."No hay nada de malo en un poco de diversión. Además, las galletas sabrán mejor con un poco de amor".
Los padres de Wednesday se retiran con una sonrisa, dejando a las chicas solas de nuevo.
Wednesday "No necesito que me defiendas".
Enid expresa comprensiva "Lo sé, pero a veces, incluso las personas más fuertes necesitan un escudo".
Wednesday mira a Enid, y por un momento, una expresión de gratitud cruza su rostro.
Después de que los padres de Wednesday se retiran, Enid y Wednesday quedan solas en la cocina, rodeadas de la masa y las galletas en proceso.
Enid con una sonrisa traviesa "Sabes, te ves realmente linda y tierna cuando estás enojada".
Wednesday Con una mirada severa "No vuelvas a usar ese adjetivo para dirigirte a mí".
Enid se acerca a Wednesday, su expresión suavizándose con afecto. Se inclina lentamente, cerrando los ojos y acercándose a los labios de Wednesday.
