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Jungkook entraba al salón de clases con algunos libros en sus manos, algunos de sus alumnos se ofrecían ayudarle a cargarlos pero se negaba, así era todos los días, sus alumnos vivían encima de él queriendo su atención. Él único que quería que le pidiera su atención era el rubio de mejillas y labios regordetes

Jungkook suspiro ilusionado, ojalá que el rubio le dijera por siquiera una palabra pero nunca lo hacía, ya que el rubio era demasiado inteligente para preguntarle algo al igual que su grupo de amigos.

Recordó la primera vez que vio al pelirubio, su corazón se aceleró y su boca se secó al ver lo hermoso que era, desde ese momento no pudo sacar a Park Jimin de su cabeza y menos de su corazón.

Puso los libros en la mesa y miro a sus alumnos pero su mirada solo se fijó en uno de ellos, el rubio que lo traía loco.

-. Buenos días estudiantes- saludo con una sonrisa, escucho como todos le devolvían el saludo con mala gana

Bueno, hasta él contestaría de mala gana viendo el profesor de matemáticas a la primera hora y un lunes.

-. Bueno, como les había comentado el viernes hoy haremos... ¡Un test de prueba!- sonrió mientras decía, escucho a sus alumnos quejarse y hacer bufidos

-. Después de este test, mañana evaluaremos- informo entusiasmado, vio como algunos de sus alumnos lo veían con mala cara y le dieron ganas de reír

Jungkook comenzó a pasar por los asientos de sus alumnos entregándoles una hoja con todo lo que habían hecho en todo el mes, se detuvo en el asiento de Jimin y lo miro fijamente con una sonrisa, Jimin tímido le devolvió la sonrisa tratando de no hacer contacto visual

Jungkook sonrió enternecido y le entrego la hoja

¡Ah! De verdad Jimin era hermoso

-. Bueno, tienen cincuenta minutos para terminarlo- aviso con una sonrisa y se sentó para observar a sus alumnos, veía como unos hacían muecas de no entender y otros que parecían totalmente concentrados en la prueba.

Fijo su mirada en el rubio y vio como escribía muy concentrado, parecía que se sabía todo

No le sorprendia, los dos años que había observado a Jimin, siempre lo veía dirigirse a la biblioteca y salía tres o cuatro horas después. Parecía un acosador

Jungkook suspiro hondo, casi todas las noches fantasiaba con tener a el pelirubio junto a él.

Tal vez necesitaba ir a un psicólogo. Nah no creo

Miro su reloj y vio que faltaban 15 minutos para que se acabará el tiempo ¿Había estado todo ese tiempo pensando en Jimin? No le sorprendia, a veces solo se dedicaba en pensar en su menor

Jungkook volvió a suspirar y vio como el rubio se levantaba de su asiento y se dirigía a él

Jungkook le sonrió, Jimin camino con timidez

-. Eres el primero en entregar. ¡Bien hecho Jimin!- felicito Jungkook mientras le sonreía

Jimin asintió-. G-Gracias profesor- dijo tímido con sus mejillas sonrojadas, Jungkook lo admiro por algunos segundos hasta que Jimin volvio a su asiento

Estaba loco y muy loco al enamorarse de uno de sus alumnos, pero él no tenía la culpa, la culpa era de su tonto corazón

Parecía adolescente, Jungkook hizo una mueca de asco y recobro su compostura en unos segundos

Veía como casi todos sus alumnos terminaban y le entregaban el test, algunos faltaban y esperaba con paciencia

Él no era un profesor tirano, al contrario, le encantaba jugar con las notas de sus estudiantes, a veces se pasaba con los exámenes y pruebas pero era por el bien de sus queridos estudiantes.