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Jungkook entró a su casa con pasos cansados, el día de hoy había estado muy ajetreado y estresante, dos personas adivinaron quien era en verdad y eso lo molestaba, no tanto con Daniela pero si con Yoo Jae-Woo, ese maldito bastardo podría decirle a la prensa y todo mundo se enteraria de que debajo de esa máscara esta el rostro del magnate Jeon Jungkook. Su vida se dañaria en ese preciso instante y pondría en peligro a su Rubió porque sus enemigos se meterian con su pareja.

Jungkook suspiro cansado y se dirigió a la sala, un olor a comida llegó a su nariz y su estómago rugio por el hambre, acababa de recordar que no había comido nada en todo el día. Jungkook fijó su mirada en la esbelta figura de su pareja, sonrió y se dirigió hacia él abrazandolo por la espalda, Jimin al sentir los brazos de su mayor en su cintura sonrió levemente, ya sabía que su novio había llegado a casa porque el aroma a lavanda inundó sus fosas nasales.

—. Hola Jungkookie ¿Como te fue hoy? — preguntó mientras lo miraba de reojo

—. A decir verdad, odio este día, lo único bueno que tiene este día eres tú— dijo mientras depositaba un dulce besó en su cuello

—. ¿Por que dices eso? — preguntó mientras paraba de revolver y volteandose para quedar en frente de su mayor

—. Pasaron varias cosas hoy, pero no tienes de que preocuparte solo son problemas de la mafia— dijo mientras besaba su mejilla

—. ¿Seguro? —

Jungkook sonrió—. Por supuesto. ¿Y dime que estas cocinando? — preguntó cambiando de tema

—. Mmm... Curry, pensé que te gustaría así que decidí hacerlo— dijo con una pequeña sonrisa

—. Me encanta el curry, lo comía mucho cuando estaba en la secundaria, pero después de la muerte de mis padres nunca pude volverlo aprobar— dijo en suspiro

Jimin lo observo fijamente—. ¿Y por qué no?— preguntó curioso

—. Todos los domingos mi madre hacia curry ya que era mi favorito, aunque tenía muchas comidas favoritas pero ella siempre escogía hacer curry, ella decía que lo hacia por mi gran esfuerzo en los entrenamientos, recuerdo la cara de envidia que ponían mis hermanos al ser consentido por mi madre. Pero después de que murió, ese tipo de comida se convirtió en un tabú para mi, no lo he vuelto a probar desde entonces— contó con una sonrisa al recordar aquellos días

Jimin hizo una mueca—. Lo siento, si hubiera sabido antes, no hubiera preparado curry, esta comida te traerá malos recuerdos— dijo desviando su mirada hacia el suelo

Jungkook río—. Para nada, al contrario, me trae lindos recuerdos y además quiero probar tu curry, cariño. Éramos una familia de mafiosos pero no siempre era sangre, a veces se podían apreciar lindos recuerdos en familia— dijo con una sonrisa

—. Bueno, entonces espero que te guste mi curry, ve y siéntate ya te sirvo— dijo con una sonrisa

Jungkook aprecio a su Rubió por varios segundos y después obedeció y se dirigió a la mesa para sentarse en la silla. Jimin le sirvió un gran platado de curry con arroz, Jungkook inhalo el delicioso olor que desprendía aquel platillo.

—. Huele delicioso cariño, eres un gran cocinero— halago con una sonrisa

—. No me halagues hasta que lo pruebes— dijo Jimin también sirviendose para él

Jungkook sonrió y comenzó a comer, deleitandose con el delicioso sabor de la comida que había preparado su rubió. Le daba nostalgia al comer curry, eso le recordaba a su madre pero desde ahora también le recordaría su lindo y tierno Jimin. Y eso era bueno, muy bueno.