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04

Jimin se puso nervioso por la mirada que le daba su maestro, ya está se le había olvidado como era la frase

-. ¿No sabes?- pregunto con voz dulce

Jimin negó apenado, Jungkook soltó una risilla enternecido

-. No pasa nada, la frase significa; Las flores se asemejan a tu hermosa belleza- tradujo extendiendo una mano y tocando la mejilla del rubio con dulzura-. Y antes le ganas demasiado a las flores con tu belleza- halago acercando más su cara al la del rubio

Jimin se dejó hacer y cerró los ojos, no sabía el por qué se dejaba pero algo dentro de él le hacia hacer lo que él pelinegro quisiera y eso lo hacía sentir desorientado. Los toques que le daba su maestro se sentían extremadamente bien, quería más, quería que su profesor le tocará aún más, que lo acariciara más.

Jungkook lo observo detalladamente, la belleza del pelirubio superaba a la de cualquiera, su mirada se fijó en los regordetes labios de su menor, le dieron unas ganas insaciables de besarlo, pero se contuvo y mejor beso su mejilla con dulzura y cariño

-. Que hermosos eres y no me cansaré de decírtelo Jimin- dijo en un susurró rozando sus labios contra los del pelirubio, Jimin jadeo con ganas de que su maestro le besara pero el beso nunca llego, el timbre de la puerta, lo hizo abrir los ojos y encontrar la mirada penetrante de su mayor pero se sorprendió al ver que los ojos de su profesor brillaban cambiando amarillos pero solo fue unos segundos antes de que viera como los ojos oscuros de su maestro volvieran

Tal vez era la luz o sus ojos habían fallado un poco

Jungkook se levantó y se dirigió a la puerta, cuando la abrió se encontró con un peliblanco, de tez blanca y más bajo que él que lo miraba como si fuera irrelevante

-. Yoongi ¿Que haces aquí?- pregunto curioso

-. ¿Que haces aquí?- imitó Yoongi la voz de pelinegro, Jungkook lo miro como si lo quisiera matar

-. Pues es obvio tonto, vine por los documentos firmados- dijo con obviedad, quito a Jungkook de la entrada y entro a la casa, Yoongi se sorprendió al ver a un pelirubio sentado en la sala

-. Jungkook ¿Quien es él?- pregunto cruzándose de brazos

-. Es mi alumno- respondió sin interés por lo que le preguntaba su hermano mayor

-. ¿Y que hace tu alumno en tu casa?- pregunto no muy convencido, su hermano nunca traía personas a su casa

-. Soy su tutor privado de inglés- volvió a responder-. Y deja de ser chismoso Yoongi- dijo irritado llendo a buscar los documentos con la mirada atenta de Jimin, el pelirubio se sentía cohibido allí con la mirada penetrante del peliblanco

-. Aquí tienes, ahora vete- dijo entregándole los documentos con prisa, Yoongi los tomo y se acercó a la oreja de su hermano

-. No olvides lo que tienes que hacer esta noche- le dijo en un susurró en su oído, Jungkook asintió desanimado

-. Bien, me voy, adiós rubio- dijo Yoongi para irse de allí, Jimin iba a contestar pero el peliblanco ya no estaba, se sintió curioso por quién era y que era de su maestro

...

-. Eso es todo por hoy Jimin, nos vemos la próxima semana- despidió Jungkook con una sonrisa, quería que su rubio se quedará más tiempo pero sus padres ya lo habían llamado y le ordenaron que fuera rápido a su casa

Pero antes de que su rubio se fuera debía invitarlo a salir-. Jimin, quiero pedirte algo- dijo Jungkook haciendo voltear a su menor

-. Si ¿Que es?- pregunto con una sonrisa tímida

-. ¿Quieres salir conmigo mañana? Se que somos maestro y alumno pero no estamos en la universidad- dijo Jungkook cruzandose de brazos- así que ¿Que dices?-

Jimin pareció pensarlo unos minutos, sus padres no lo dejarían salir pero si inventaba una excusa que iba a estudiar con sus amigos en la biblioteca lo dejarían

-. Emm... Me parece buena idea, gracias profesor- dijo con una pequeña sonrisa haciendo una reverencia

Jungkook sonrió feliz-. Entonces mañana a las tres de la tarde ¿Está bien?- dijo emocionado

Jimin asintió-. Mañana a las tres de la tarde- confirmo con una sonrisa

Jungkook se acercó a él y le dió un pequeño beso en la mejilla, Jimin se puso rojo, hizo otra reverencia y se fue, Jungkook sonrió enternecido, quiera llevarlo a su casa él mismo, pero ya eran las ocho de la noche y debía de hacer algo y si no lo hacía no aguantaría a su hermanos.

Dos horas después

-. Al fin llegas, pensé que no vendrias- dijo Namjoon irritado

-. Pues alguien de aquí mando mal la ubicación idiota- respondió enojado, había viajado casi al otro lado de Seoul por una mala ubicación

Un hombre de cabello morado, alto y un poco fornido comenzó a toser, llendo se lentamente

-. SeokJin se que tú mándate mal la ubicación- gruño el de máscara con enojo

-. No podrias hacerme algo soy el esposo de tu hermano- le saco la lengua

El hombre bufo-. Pues viniendo aquí no ví a ningún presidente Namjoon- dijo quitando su máscara

-. En unos minutos vendrá y vuelve a ponerte la Jungkook- dijo dando una palmada al hombro del pelinegro, Jungkook volvió a ponérsela. Odiaba su máscara aunque la usaba desde que tenía memoria, porque para sus padres si la identidad era revelada, también la vida que tenía y sería asesinando cuando menos se lo esperaba y también las personas a su alrededor, aunque el líder nunca podría morir pero sus subordinados si.

Jungkook fue hacia el callejón, el aura que desprendía era a asesino que cualquiera que lo viera saldría corriendo. Jungkook espero tranquilamente mientras limpiaba su pistola airsoft PT99 y era su favorita entre todas las que tenía, su color dorado y el sello de su mafia en la empuñadura del lado derecho y sus iniciales en en el lado izquierdo la hacían ser su favorita, su pistola se la había dado su padre en su cumpleaños número catorce y desde ese momento fue y será su favorita.

Jungkook se impacientaba ya había pasado una hora y nadie aparecía, Namjoon le habia dicho que el presidente pasaba por ese lugar a las 9:30 de la noche y ya eran casi las once. Jungkook saco su teléfono enojado y le marco a su hermano mayor, uno, dos timbridos y su hermano contesto

-. ¿Que pasa? ¿Ya lo mataste?- pregunto con voz animada

-. ¡No! Porque nunca apareció- grito enojado, Namjoon casi se queda sordo por el grito de su hermano

-. ¿Cómo que no apareció?- pregunto incrédulo

-. Cómo oíste no apareció, espere casi dos horas aquí y nadie apareció- dijo irritado

-. Imposible, nos habían confirmado que el presidente siempre pasaba a esa hora todos los días- informo con voz ansiosa

-. Pues mata al que te informo, porque nadie aparecio- dijo histérico-. Y haz algo busca en dónde come todos los días el presidente y avísame para mañana, le daremos una sorpresita de mi parte apareciendo en su restaurante favorito- dijo Jungkook cambiando a una voz siniestra

-. Bien, lo hare, ve y descansa Jungkook- dijo Namjoon suspirando y colgando

Se había quedado en ese frío lugar por casi dos horas, iba a matar al maldito del presidente, nadie jugaba con los Blaze y menos con él y el presidente iba a saber porque eran los más peligrosos en casi en todo el mundo.