6

171 18 1
                                    

El ambiente se pone tenso alrededor, ninguno aparta la vista de nuestros ojos; de pronto a mi nariz empieza a llegar el golpe de sus feromonas, oh no, está vez es demasiado fuerte, incluso más que las anteriores, sin poder evitarlo mi cuerpo empieza a reaccionar, temblando y sudando, mi vista se pone borrosa y el lubricante empieza a abrirse paso entre mis glúteos, sin poder mantenerme en pie caigo sobre mis rodillas.

Diosa,porque.

- N-no es ju-justo Ava - susurro apenas mientras me hago ovillo en el piso, no puedo pensar, no puedo moverme, mi cuerpo está entrando en calor, entraré en fase de celo - P-porfavor -

- ¿Porfavor qué?, ¿Te cojo o detengo mis feromonas? - se burla.

- P-porfavor - mi mente se nubla y ya no se qué es lo que quiero, mi cuerpo me exige su tacto, sé que no podré aguantar mucho, yo también libero mis propias feromonas, toda la habitación se llena de nuestros olores mareandome aún más.
Sus brazos me envuelven levantándome del suelo y rápidamente poso mis manos en su cuello e inhaló su aroma, sin contenerme emprendo una serie de besos en su cuello, es tan suave y huele tan bien que me hace jadear y suspirar.
El aroma a melón que había antes a desaparecido, Ava me deja en la cama y tomando mis muñecas se endereza viéndome desde arriba con una sonrisa socarrona.

- Solo basta un par de feromonas para volverlos locos Liam, no eres diferente al resto-

No presto atención a sus palabras, en este momento lo que diga es lo que menos importa, una vez suelta mis muñecas optó mejor por empezar a desvestirme, mi humedad empapa hasta mis pantalones, una vez retiro toda mi ropa la veo desde mi posición acostado en la cama y abro mis piernas para ella, le muestro como me tiene, tan mojado y listo para su deleite. Ava me escanea y alcanzo a ver el cambio en sus ojos, un brillo morado está presente en ellos.

- Volteate, quiero que levantes tu culo hacia mí-

Sin objetar lo hago, girándome me pongo en la posición en la que ella me puso la primera vez que estuvimos juntos en mi habitación, quedo totalmente expuesto, mis jugos resbalan por mis piernas mojando la cama sobre mis rodillas.

Escucho como se ríe - Liam, Liam, ya tienes tu culo levantado esperando por un pene, ¿Dónde quedó tu estúpido discurso eh? -

Palmea fuertemente mi trasero haciéndome jadear, escucho sus pasos y buscándola la encuentro camino a la salida cerrando la puerta tras ella.

*Pero, pero que*

No puedo explicar la tremenda vergüenza y humillación que siento ahora mismo, e quedado como tonto deseando que me tomará y lo único que obtuve fue su burla.
Quizá tiene razón, quizá en el fondo soy igual que todos.
Nuestros aromas aún siguen juntos en el aire así que mejor me levanto, muy despacio y me dirijo a la ventana, la abro y dejo que la brisa de la noche entre a la recámara disipando el ambiente, me siento en el piso del balcón respirando para calmarme, la calentura en mi cuerpo aún permanece asi que la ignoro y fijo mi vista en el cielo oscuro.
Pienso en todo y en nada a la vez, pero de lo que estoy seguro es que mañana saldré por esa puerta sin mirar atrás.

**************************

Despierto con el sol en mi cara, olvidé cerrar la ventana, me levanto a regañadientes y corro la cortina, estaba a punto de acostarme de nuevo cuando recordé el incidente de ayer, el enojo recorre mi cuerpo, Ava se atrevió a calentarme y a dejarme solo así, y no basto solo con eso, también me humilló. Es una alfa cruel que se aprovecha del poder que tiene.
Me da rabia porque se salió con la suya, si no fuera porque soltó su aroma ya que de no ser así, otra cosa sería.

Tomo un baño rápidamente y me cambio lo más cómodo posible, un juego de pants gris y unos tenis blancos es suficiente, miro el clóset haciendo una mueca, nosé si pueda llevarme algo de aquí, quizá Ava no me lo permita, pero que usaré, no tengo nada de ropa, lo medito por un rato hasta que tomo una desición, me llevaré lo que pueda, al final se supone que lo compro para mí.
Busco una maleta encontrando una al fondo de la ropa, no es tan grande, pero tiene llantas, me servirá, la coloco en la cama abriéndola y empiezo a meter ropa, solo unos pocos cambios y otro par de tenis, la cierro y salgo de la habitación cargando con ella.
Algo temeroso inspeccionó el pasillo, quiero irme sin que se de cuenta, al no percibir ningún ruido ni aroma empiezo a caminar por éste. Mi lobo gruñe en mi pecho, no quiere que me vaya, pero ya lo decidí, no dejaré que me humillen más aquí.

Llegó a la sala y observo alrededor, visualizo la puerta de la cocina y mordiendo mi labio voy hacia aya, nosé hasta cuándo comeré así que mejor aprovecho antes de irme.
Me preparo algo rápido, unos huevos y los panqueques que quedaron de ayer bastará, me apresuro a comer temiendo que aparezca Ava, termino y tomo una caja de galletas que había en el cajón de arriba, lo guardo en la maleta y salgo hacia la sala.
Un último vistazo a la pintura de la chimenea, realmente la voy a extrañar, fue lo que más me maravillo de aquí, suspiro resignado y tomo mi maleta saliendo de la casa con mi lobo gimoteando en mi pecho.

*******************************************

Llevo dos horas caminando, nosé donde estoy, el lugar donde vive Ava es una residencial, muchas casas igual de elegantes, nunca había estado por aquí, y a causa de eso me e perdido, e dado muchas vueltas pero nomás no puedo reconocer como salir de aquí, parece un laberinto.
Cansado y triste visualizo una parada de autobús, aleluya, me siento en la banca esperando.

- ¿Perdido? -
Una voz se hace presente y giro la cabeza alarmado, un hombre algo mayor está sentado en la otra esquina de la banca, ni siquiera me di cuenta cuando llegó, olfateo tratando de descubrir que casta es pero ningún aroma llega a mí, quizá es beta.

- Mmm algo - respondo dudoso.

- Te vi caminando varias veces por el vecindario, supongo que no eres de por aquí, ¿Necesitas ayuda?, Puedo llevarte a donde desees -  sonríe mostrándome una dentadura perfecta.

Mi lobo me alerta, no está muy cómodo con su presencia, el siempre me a guiado en situaciones así, por lo que optando por hacerle caso es mejor rechazar su oferta.

- Gracias pero no necesito ayuda - trato de sonreír pero sólo logró formar una mueca torcida.

- ¿Seguro? -

- Si, esperaré el autobús -
Es una gran mentira, no tengo ni un centavo para irme en autobús, pero solo quiero que se vaya para poder correr hacia otro lado.

-Los autobuses tardan una hora en pasar, hace un poco más de cinco minutos salió uno, ¿De verdad esperarás tanto? -

- Si, no me molesta -

- Deberías volver a reconsiderar mi oferta, mi auto está aquí cerca, puedo llevarte a donde me pidas -

Su insistencia pone mis vellos de punta, trago grueso porque estoy empezando a temer por mí, esto no es seguro, el no es una persona confiable.

- Gracias, pero como le dije antes, esperaré -
Trato de hablar lo mejor posible, no quiero que sepa que estoy aterrado.

-¿De dónde eres?-

- Mmm del lado norte de la ciudad -

- Oooo, ya veo, entonces ya estarás familiarizado - sonríe

-¿Cómo dijo? -

Me ve sonríendo, pero no es la sonrisa amable de hace rato, es una sonrisa maliciosa brillandole sus ojos oscuros, asustado me levanto a tomar mi maleta, estaba a nada de echarme a correr cuándo siento un golpe duro en la cabeza, todo se vuelve negro y me desvanezco en el suelo.

*******************************************

Mi Mercancía PersonalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora