Mi Mercancía Personal

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Permanezco estático sin apartar la vista de ella, los nervios y las ansias florecen de nuevo por todo mi cuerpo, ¿Qué está haciendo aquí?, ¿Acaso ya sabría que estaba aquí?, ¿Vendrá por mí o solo es otra clienta más?. Esta última pregunta hace torcer mi abdomen, realmente no me gusta la idea de ella buscando omegas.

Sintiéndome hipnotizado bajo de la pista despacio queriendo ir con ella, avanzó unos pasos cuándo un jaloneo me regresa.

-¿A dónde crees que vas?, Aún no termina la canción - un Beny molesto aprieta mi brazo.

- Y-yo Y-yo - balbuceo hacia el, ¿Que le voy a decir?, ¿Que quería irme con Ava?, Pensando en una buena excusa alguien se acerca, viste una camisa blanca y pantalones negros.

- Beny, la señora Ava requiere la compañía de este Omega - informa en su oreja pero alcanzo a escucharlo.

Me sorprendo y mi corazón bombea más rápido.

- Tienes suerte - Beny me observa - La jefa quiere que estés en su mesa, compórtate y obedece, quizá te conviertas en otro de sus favoritos, eso te traerá beneficios, no seas imbécil - me suelta y el otro chico rápidamente me sujeta la muñeca guiándome por el salón.

El nerviosismo me recorre con cada paso que doy, no imaginé que me mandaría llamar, no después de irme así de su casa.

Se me hace una eternidad llegar hasta ella, Ava se mantiene sentada con las piernas cruzadas, viste un traje completamente de negro, su piel blanca reluce con el color y el ambiente oscuro alrededor, diosa es tan bella, su belleza me cautiva de sobre manera, el chico me suelta una vez llego y mi boca se seca al tenerla frente.

*Gracias diosa luna por escucharme*

- Señora Ava, ¿Se le ofrece algo más? - musita  él con respeto hacia ella.

- No, largo -  responde sin posar su vista en él, ya que se mantiene observándome de pies a cabeza.

Recuerdo como estoy vestido y me sonrojo completamente, solo con ella me siento así de tímido a su mirada, el chico se aleja y nos quedamos solos, lleva a su boca el vaso que sostiene en su mano bebiendo todo el contenido que había en él sin apartar la vista de mí, toda esta tensión me tiene al borde, pero no sé cómo actuar, quiero correr a sus brazos y pedirle que me saque de aquí pero estoy congelado en el lugar, sospecho que si avanzo voy a caer sobre mis rodillas y tampoco estoy seguro el como reaccionaría dado que huí de su casa sin decirle nada.

- Ven aquí Liam - ordena al pasar los minutos en silencio.

Respiro hondo varias veces para calmarme antes de dar unos pocos pasos posicionandome a su lado, todo mi cuerpo tiembla.
Ava deja el vaso en la mesa pequeña del centro y palmea su costado pidiendo mudamente que me siente ahí.

Una vez a su lado ella posa su mano en mi rodilla derecha, por la media puesta no puedo sentir el tacto de su piel pero aún así es imposible no notar que mi piel arde a su toque, no niego el deseo que me recorre, no puedo evitarlo, Ava saca en mí un lado que desconocía, realmente quiero estar con ella, tiene algo que me hace querer permanecer a su lado, pero también mi lado coherente me pide que huya, que ella no será amable conmigo.

-¿Porqué te fuiste? - pregunta sacándome de mis pensamientos, me tenso y bajo la vista a mis manos, no pensé que me preguntaría eso primeramente.

- Y-yo ya te había informado que me i-iría -

- ¿Y aquí es dónde decidiste venir a trabajar?, Si que le hiciste honor a tu reputación, dime, ¿Alguién ya te llego al precio? -