Mi Mercancía Personal

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Abro los ojos y veo alrededor, me mantengo acostado en la misma posición en la cama solo que no está Ava conmigo, me quedé dormido al amanecer pero estoy seguro que ella también se quedó conmigo, entonces, ¿Dónde está?, ¿Acaso se fue y me dejo aquí?.

Ella, ella no, no me haría esto, después de todo lo que hicimos anoche, deje que me hiciera lo que quería, hasta me abrazó cuando me dormí, me niego a creer que ella solo me uso y me abandono.

Asustado trato de levantarme, el cuerpo me duele horrores, Ava fue muy ruda, aún me cuesta adaptarme a su salvajismo, camino despacio hacia el baño y pego la oreja tratando de percibir algún ruido, nada, abro la puerta y efectivamente, no está en el baño. Me giro y voy hacia la puerta del dormitorio, trato de girar la perilla pero no lo hace, oh diosa, está cerrada, me dejó encerrado, pero, ¿Porqué?, ¿Porque me hace esto?
El pánico llena mi sistema y veo todo alrededor, y ahora ¿Que haré?, ¿Como voy a salir de aquí?, Las lágrimas empiezan a salir y me recargo a la puerta deslizándome hacia abajo.
¿Porqué, porque me hizo esto?, ¿Cómo puede ser tan cruel?.
Me duele el corazón, fui un tonto al confiar en ella, pensé que realmente me ayudaría, pero no es más que una mentirosa, cruel y abusiva alfa, igual a los que hay afuera.

Jugo conmigo y yo perdí, que idiota fui.

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Una semana, llevo aquí siete días y Ava no volvió a aparecer, me mantienen aquí encerrado, solo me abren para darme la comida y vuelven a salir, soy una especie de  prisionero.
Lo único bueno es que no tengo que acostarme con nadie, ni salir al salón a bailar y todo eso que me habían dicho el primer día. Pero desconozco para que me tendrán aquí, en que planes estaré involucrado, no puedo dormir de pensar que en cualquier momento alguien entrara y me hará daño, no debo confiar en nadie.

Estaba metido en mis pensamientos viendo la ventana cuándo escucho la puerta abrirse, no le tomo importancia pensando que me traen la comida, y de pronto su aroma me inunda, me giro rápidamente y la veo, Ava.
Trato de enderezarme pero la sorpresa es tan grande que mis piernas no reaccionan, estoy estático en el suelo, pensé que no volvería a verla, pero a la vez me negaba a aceptar eso, en el fondo de mí mantenía la esperanza de que regresará; y aquí está, caminando hasta posarse frente a mí.

-Levantate- ordena viéndome fijamente.

-Ava, p-pense que que no volverías -

Sonríe de lado - Pensaste mal, ahora levanta tu trasero -

Cómo si solo nesecitara su orden, me levanto del suelo y sin pensarlo me lanzó a sus brazos abrazándola por el cuello. No imaginé que la necesitaría tanto.

-N-no me vuelvas a dejar aquí Ava, porfavor- susurro con las lágrimas ya brotando de mis ojos.

-Vas a jurarme que no volverás a escapar Liam, si lo intentas de nuevo yo misma te traeré aquí, y no estarás en está habitación, estarás afuera con los demás omegas siendo embestido más de cinco veces por día, ¿Te quedó claro? - me aleja y toma ambas mejillas.

-T-te lo juro Ava, no volveré a irme... no hasta que tú quieras que me vaya -

-Inteligente - sonríe - ahora vamos -

Camina hacia la salida y la sigo sin perder el tiempo, no quiero que se arrepienta o cambie de opinión, cruzamos el pasillo y bajamos las escaleras eternas, ella va bastante adelantada, tiene las piernas más largas y baja de dos en dos; en cambio yo, apenas puedo hacerlo uno por uno sin tropezar, mantengo cerrada mi bata tratando de evitar que se abra, en todo este tiempo es lo único que usaba, no había ropa en esa habitación, pero ahora podré irme de nuevo con Ava, donde tenia ropa como nunca imaginé tener, me siento emocionado, está oportunidad no la desperdicio.