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Ava

Siento que la cabeza me va explotar, Lily no a dejado de llamarme y para colmo mi estúpida loba a estado más inquieta que lo normal, sé que quiere estar cerca de Liam, está molesta porque no me lo llevé en el viaje conmigo.

No quería estar distrayendome con ese pequeño Omega, necesitaba trabajar y meditar lo que hiba a hacer.
Debo tener todo calculado, no puede haber ninguna raya de más en este plan.

Suspiro mientras llegó a casa, abro la puerta y entro.

Merdith me recibe con una sonrisa, veo alrededor y no veo al pequeño rubio.

- Señora Ava, bienvenida, ¿Que tal el viaje? -

- Normal Merdith, gracias, ¿Dónde está Liam?-

- Está en su habitación, no se siente muy bien-

- ¿No fueron al médico? -

- Si -

- ¿Compraste lo que te pedí? -

- Claro que sí -

- Bien, ¿Entonces que paso en el médico? -

Baja la mirada y sé que algo no me está diciendo.

- ¿Y bien? -

- Le ayudo con la maleta señora - extiende sus brazos pero jalo mi maleta hacia atrás para evitar que la tome.

- No, yo lo haré, ¿Que paso en el médico? - pregunto está vez más duro.

- Bueno, el, el, Liam está enfermo -

Mi pulso se acelera y mi loba se tensa e inquieta aún más, quiere salir, el pecho me vibra pero respiro conteniendola.

- ¿Qué es lo que tiene? -

Merdith se queda callada unos segundos, si no la estimara un poco ya la hubiese agarrado del cuello para que hable claro de una jodida vez.

- Sigo esperando Merdith - comento molesta.

- El tiene anemia señora, es muy severa, necesita reposo y medicamentos -

No respondo porque empiezo a caminar a las escaleras subiendo rápidamente, en el pasillo me llega su aroma, tan delicioso que mejora mi dolor de cabeza.

Abro la puerta de su habitación pero no lo veo, entro y me dirijo al baño abriendo también está puerta, no está, Merdith me dijo que estaba en su habitación.

Joder, ¿Dónde carajo está?.

Me voy a la mía y abro la puerta, pero si aquí está, va saliendo del baño y se queda estático viéndome.

Lo recorro con la vista, solo lleva puesta la bata de baño negra que es mía.
Así que anemia, bueno Liam es delgado, desde la primera vez que lo ví me percate de eso, solo que no se me pasó por la cabeza que tuviera algún problema.

Observándolo me percató de algo más cuándo lo detallo mejor.

Oh no, mierda, mierda, mierda, mierda.

Esto no puede estar pasando, esto no debió pasar.

Entro y azotó la puerta, mi pulso se acelera y la sangre me hierve.
Estoy muy molesta, estoy que reviento de coraje.

- Estás embarazado Liam - gruño y me acerco a él.

Se asusta cuando me poso frente a sus ojos azules, me muestra miedo pero en este momento es lo que menos importa.

Mi Mercancía PersonalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora